Jefferson Arévalo era un líder social y militante del partido político de izquierda Unión Patriótica (UP), y según reportó la Corporación Reiniciar (que defiende los derechos humanos) campesinos lo encontraron muerto luego de tres días que llevaba desaparecido.

Reiniciar explicó en un comunicado que hombres armados y con capuchas irrumpieron en la finca propiedad de la víctima en la vereda El Danubio, el pasado 21 de agosto en horas de la mañana, y que luego de intimidar y amarrar a Arévalo se lo llevaron con rumbo desconocido.

Según la corporación, “momentos antes a los hechos, al parecer tropas de la Séptima Brigada del Ejército estuvieron en la finca mencionada y desplegados en la vereda El Danubio en desarrollo de acciones cívico militares”.

Por eso, le pregunta al gobierno Nacional: “En esta zona estaba el Ejército. ¿Qué pasó?”.

A la par, dice la corporación, los secuestradores abusaron a la esposa del líder y la atacaron en el cuello con arma blanca.

“[…] violentaron sexualmente a su esposa, Gladys Tirado, a la que intentaron degollar con arma blanca, ocasionándole múltiples heridas que la tienen entre la vida y la muerte”, dice la denuncia.

Esta versión fue confirmada por Luis Martínez, hermano de Jefferson, que dijo que los secuestradores “abusaron de su esposa, casi la degollan y luego se llevaron” a su familiar, según cita El Espectador.

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Al respecto, el coronel Nicolás Zapata, comandante de Policía en Meta, dijo en RCN Radio que “la mujer de 44 años fue lesionada con arma blanca y por eso está recluida en el Hospital Departamental de Villavicencio”, y que los médicos la estaban examinando para corroborar el abuso sexual.

Reiniciar explicó que Jefferson Arévalo y su familia sobrevivieron al genocidio contra la UP, y que a su señora madre Luz Marina Robayo la secuestraron los paramilitares del Bloque Centauros en 2003, la torturaron y asesinaron.

Aída Avella, senadora y presidenta de la UP en Colombia, se pronunció sobre la muerte del líder.