La caravana, que viajaba entre Tibú y Cúcuta, estaba conformada por cuatro camiones NPR del Ejército, que transportaban a soldados adscritos a la Fuerza de Tarea Vulcano, con jurisdicción en la región del Catatumbo, cuando transitaban por la vereda Palmarito, sector El Tablazo, precisó Caracol Radio.

El general Ricardo Gómez, comandante del Ejército Nacional, explicó en W Radio que la caravana militar cumplía una actividad de control de ruta para garantizar el desplazamiento de personas en la ruta Tibú-Salazar de las Palmas.

Según el alto oficial, la hipótesis más fuerte sobre los autores del atentado señala a la ‘Comisión Juan Fernando Porras Martínez’ del Eln, cuyo jefe es alias ‘Gonzalo Satélite’.

“En un sector cerca a la Y de Astilleros se activan dos cargas explosivas contra el vehículo”, dijo, a su turno, en Caracol Radio, el comandante de la Segunda División del Ejército, a la cual está adscrita la Fuerza de Tarea Vulcano, general Jaime Carvajal.

Las víctimas mortales de este acto terrorista fueron identificados como los soldados profesionales Jhonatan Camilo Pérez Burbano, Edy Fernando Pérez Ante, Gabriel Alonso Pérez Caro, Yeison David Peña Rico y Laurentino Peña Peña.

Antes de que aclarara el día, las autoridades, que no han establecido con precisión quién cometió el atentado, llevaron a los heridos a centros asistenciales de Cúcuta. Nueve de los uniformados heridos son atendidos en la Clínica Medical Duarte y los otros cuatro en el Hospital Universitario Erazmo Meoz, ambos en Cúcuta, reportó Noticias Caracol.

El artículo continúa abajo

En la zona donde se produjo el ataque, a eso de la una de la mañana de este martes, delinquen el Eln y bandas criminales. Es la entrada a esa convulsionada región del nororiente colombiano, fronteriza también con Venezuela.

De hecho, un informe publicado este mismo martes por el diario La Opinión señala que la situación “de zozobra que viven por cuenta de la extorsión y el secuestro comerciantes, empresarios y finqueros de la provincia de Ocaña y la región del Catatumbo está alcanzando límites insospechados”.

Testimonios de autoridades y víctimas conocidos por ese medio dan cuenta de que en la zona impera el miedo, “y por eso nadie, por temor a represalias,  se atreve a denunciar a los responsables” de esos delitos.