La columnista de la revista Semana  publicó una serie de conversaciones con el fallecido Jorge Enrique Pizano, que evidenciaron el mal estado anímico en el que se encontraba.

La última comunicación que recibí de Jorge Enrique Pizano me llegó tres horas antes de su muerte. Me escribió un chat en el que lo noté especialmente abatido. “¿Hay algo nuevo que yo no haya sabido?”, le pregunté”, narró Duzán en la revista.

“Estoy enfermo, sin trabajo… me hizo mucho daño el procurador Carrillo con sus declaraciones que hoy siguen teniendo su efecto cuando le dijo al país que yo era un empleado de Odebrecht en 2015 y que desde entonces no ha querido rectificar… Pero además, me dijo mi abogado que me van a llamar a interrogatorio por el túnel Tunjuelo-Canoas”, escribió Pizano a Duzán unas horas antes de fallecer.

Ese mensaje encierra 4 elementos que describen la presión que vivía Pizano: uno, el cáncer linfático que padecía; dos, su vida como desempleado desde que terminó su contrato con Corficolombiana; tres, el daño mediático a su buena reputación; y cuatro, la presión judicial que, según dijo, desató la Fiscalía en su contra.

El artículo continúa abajo

Las presuntas declaraciones del procurador Fernando Carrillo lo habría afectado de tal manera que lastimó más su confianza en la justicia, toda vez que la Fiscalía General tampoco actuó de la forma en la que él esperaba.

Sé que están intentando hacerme un montaje para amañar testimonios en la Fiscalía y acusarme de que yo recibí un soborno de Odebrecht cuando yo era gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado”, dijo Pizano a María Jimena Duzán en un cruce de mensajes que sostuvieron durante 6 meses, según la revista.