La madrugada del viernes 10 de octubre de 2025 se convirtió en una fecha marcada por el horror en el barrio Santander, comuna 6 de Medellín. En una escena que ha conmocionado a la ciudad y al país, María Fernanda Agudelo, una joven madre de 26 años, fue asesinada dentro de su vivienda mientras dormía junto a su hijo de siete años. El presunto responsable del crimen es su expareja, un hombre de 45 años que, según testigos y familiares, no aceptó el fin de la relación y habría actuado movido por los celos y la violencia acumulada.
El caso, que está siendo investigado como posible feminicidio, se suma a una preocupante estadística en Medellín: 24 mujeres han sido asesinadas en lo que va del año, y 15 de esos casos ya están siendo tratados como feminicidios. El crimen de María Fernanda podría convertirse en el número 16, si así lo determina la justicia.
¿Una ruptura que terminó en tragedia?
Según los relatos de familiares y vecinos, María Fernanda había terminado la relación con su pareja apenas seis días antes del crimen. La decisión, tomada tras años de maltrato físico y psicológico, no fue bien recibida por el hombre, quien habría comenzado a enviarle amenazas a través de mensajes de voz en WhatsApp. La joven madre, temiendo por su seguridad, habría denunciado previamente las agresiones, aunque no se conocen detalles sobre las medidas de protección que se le ofrecieron.
La noche del crimen, María Fernanda se encontraba en su habitación, descansando junto a su hijo. De acuerdo con el testimonio de su tía, Dorley Agudelo, el agresor ingresó a la vivienda trepando por el balcón de una vecina, accedió a la habitación y disparó en al menos cuatro ocasiones. “Nos encontrábamos acostados. Él se montó por el balcón de una vecina, llegó a la pieza de ella, y escuchamos las detonaciones. Fueron cuatro. Cuando salimos a ver qué pasaba, nos lo encontramos de frente, pero él se nos voló”, relató la mujer.




Feminicidio fue frente al hijo de la víctima
Uno de los aspectos más desgarradores del caso es que el crimen ocurrió en presencia del hijo de la víctima, un niño de siete años que presenció el asesinato de su madre. Aunque no resultó herido físicamente, el impacto emocional y psicológico que este hecho puede tener en su vida es incalculable.
La familia de María Fernanda ha pedido que se le brinde atención psicológica urgente al menor, quien quedó bajo el cuidado de sus familiares. “Ese niño lo vio todo. Estaba ahí, al lado de su mamá. No sabemos cómo va a superar esto”, expresó uno de los allegados.
Los familiares de la víctima aseguran que María Fernanda ya había denunciado agresiones anteriores. El hombre, según ellos, la golpeaba, la celaba de manera obsesiva y la amenazaba constantemente. Incluso después de la ruptura, continuó enviándole mensajes intimidantes. “Ella era una buena chica, no merecía esto. Ya había dicho que él la maltrataba, pero nadie hizo nada”, lamentó su tía.
Tras cometer el crimen, el presunto asesino huyó del lugar en una motocicleta, según informaron las autoridades. La Policía Metropolitana del Valle de Aburrá está revisando las cámaras de seguridad del sector para dar con su paradero. Hasta el momento, no ha sido capturado.
El hombre, cuya identidad no ha sido revelada oficialmente, tendría antecedentes por violencia intrafamiliar, y según versiones extraoficiales, estaría vinculado a actividades delictivas en el centro de Medellín. Al parecer, el sujeto se habría escapado cuatro veces de la cárcel. Las autoridades han intensificado su búsqueda y han pedido colaboración ciudadana para lograr su captura.
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