Eso tras conocerse que Alejandro, hijo menor de Pizano, que viajó desde Barcelona para las exequias de su padre, fue envenenado con cianuro, al parecer, cuando bebió una botella de agua con gas que estaba en el escritorio de su papá.

Por su parte, Pizano habría fallecido por causas naturales, aunque, según dijo la columnista María Jimena Duzán, él temía por su vida.

Ahora, el que teme por su integridad, según le dijo al periodista de Blu Radio, es Andrade, expresidente de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), que este miércoles, según nuevas declaraciones de Pizano reveladas por la directora de Noticias Uno, Cecilia Orozco, fue otro de los que se “opuso a Odebrecht”.

Jorge Enrique Pizano

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“A Andrade, cada vez que abre la boca, le imputan un cargo. A mí no han podido imputarme nada del (contrato) Tunjuelo-Canoas: no saben qué más inventarse ya, con testigos y fiscales investigados por fraude procesal”, le escribió Pizano a la periodista.

Tras el conocimiento de la muerte de Pizano, Andrade aseguró, a través de su cuenta de Twitter, que el ingeniero fue un “hombre que tuvo coraje de atestiguar bajo juramento en contra de Odebrecht y el Grupo Aval. Pero le costó la vida. Su salud no aguantó persecución por sus declaraciones”. Ahora, prefiere guardar silencio.