En el centro médico de Ibagué, se garantizó la atención oportuna a una tolimense que tenía 34 semanas de gestación y tenía preeclampsia y obesidad materna.

Fabián Dorado, ginecooncólogo de la Institución, explicó que se trató de una cirugía de Espectro de Acretismo Placentario, EAP, en la que se preservó el útero de la paciente. La placenta de la mujer estaba anormalmente adherida al útero y por tanto, no se iba a separar espontáneamente luego del nacimiento del bebé.

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“En estos casos, normalmente se hace una histerectomía (operación para extraer el útero), para el manejo hacemos la extracción del bebé a través de una cesárea y después llevamos a la paciente a una histerectomía”, afirmó en médico.

Agregó que en este caso, los especialistas preservaron el útero de la paciente, realizando únicamente una recesión del segmento afectado por la infiltración anormal de la placenta y luego hicieron una reconstrucción del útero, preservándolo y evitando que la mujer tuviera otras complicaciones a causa de su ausencia.

El procedimiento quirúrgico tardó más de cuatro horas. “Le apostamos a conservar el útero porque este órgano tiene funciones diferentes a la procreación. También sirve de sostén del piso pélvico para sostener los otros órganos como la vejiga”, puntualizó el experto.

De acuerdo a lo indicado por la doctora Andrea Peña, perinatóloga que participó en la cirugía, el Espectro de Acretismo Placentario (EAP), es una patología en la cual la placenta se inserta de manera anormal en un sitio donde hubo un procedimiento quirúrgico previamente, pueden ser cesáreas, legrados obstétricos o miomectomía.

La paciente que esté en embarazo y tenga dos cesáreas o más previamente, debe acudir oportunamente a los controles prenatales y practicarse un Doppler de inserción placentaria, que lo hacen los perinatólogos, para descartar que tenga una EAP.

La paciente fue una joven de 21 años que cursaba la semana 34 del embarazo de su tercer hijo. Al realizarse el control prenatal, los médicos encontraron anormalidades en su embarazo, razón por la cual se le practicaron exámenes especializados que dejaron como diagnóstico un Espectro de Acretismo Placentario (EAP). Fue remitida al Hospital Federico Lleras Acosta, donde los especialistas analizaron su condición y se tramitó la remisión a Bogotá y Cali, donde no había cama disponible. Así las cosas, los especialistas se prepararon para afrontar el reto.