El fallecido, identificado como Norberto Ruiz Cortés, había llegado a la Clínica Cafam Floresta para ser tratado por la grave enfermedad abdominal, informó Noticias Uno. 

Después de ser diagnosticado, tenía que ser intervenido quirúrgicamente. Sin embargo, como el procedimiento no se podía hacer allí, debía ser trasladado a un centro médico mejor dotado.

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La sorpresa llegó cuando al hombre y a su esposa se les comunicó que el traslado no se podía hacer hasta que llegaran los resultados de una prueba de coronavirus, la cual le fue tomada por ser un “caso sospechoso”, añadió ese medio. 

Él necesitaba transfusión y cirugía de cálculos en la vesícula; decían que le habían hecho una prueba de COVID-19, pero él no tenía síntomas. Me dijeron que hasta que no salieran los resultados, no lo podían trasladar”, indicó Sandra Martínez, esposa del hombre, en diálogo con ese noticiero. 

El hombre estuvo 8 días esperando el resultado, que nunca llegó, y finalmente murió. Tan solo 96 horas después de su fallecimiento, llegó el resultado de la prueba, el cual era negativo. 

Al respecto, la clínica dijo, en declaraciones recogidas por el informativo, que “era necesario cumplir con los protocolos” para tratar con pacientes que pueden tener coronavirus y por eso se demoró el traslado.

De igual forma, ese centro médico añadió, en un comunicado, que sí llevó a cabo los trámites pertinentes, pero que se presentó una demora en el Sistema de Referencia y Contrareferencia de Bogotá.

Lamentablemente, no se obtuvo respuesta positiva sino hasta el día 14 de julio a las 11 de la noche“, indicó el centro hospitalario. Tan solo horas después, el hombre falleció.

A pesar de estas explicaciones, la esposa del hombre anunció que entablará acciones legales, porque asegura que hubo una clara negligencia médica por parte del centro médico del norte de Bogotá, concluyó Noticias Uno.