
Un convulsionado 3 de julio ha vivido Colombia, luego de la decisión del Secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, de convocar de urgencia a John T. McNamara, encargado de negocios interino en la embajada de nuestro país. La acción es en respuesta a declaraciones del Gobierno colombiano que Washington ha catalogado como “infundadas y reprensibles”, de acuerdo a un comunicado oficial de la Secretaría de Estado.
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De inmediato, la respuesta del presidente Gustavo Petro no se hizo esperar y a través de su cuenta de X anunció que llama a consultas a su embajador, con el fin que explique detalles de la relación con EE. UU. y lo que vendría. Incluso, el mandatario nombró a Trump.
“Todas mi cartas y comunicaciones al presidente Trump, las he escrito personalmente y este comunicado igualmente, lo hago desde mi pensamiento y mis manos: Corresponsablemente a la llamada a consultas del señor McNámara, encargado de la embajada de EEUU en Colombia, llamo a consultas a nuestro embajador Daniel GarcíaPeña en los EEUU. Daniel debe venir a informarnos del desarrollo de la agenda bilateral a la que me comprometí desde el inicio de mi Gobierno”, dijo el presidente.




Además, el mandatario enumeró los temas que debe venir a responder el embajador de Colombia en EE. UU. Estos son los asuntos.
Todas mi cartas y comunicaciones al presidente Trump, las he escrito personalmente y éste comunicado igualmente, lo hago desde mi pensamiento y mis manos:
Corresponsablemente a la llamada a consultas del señor McNámara, encargado de la embajada de EEUU en Colombia, llamo a… https://t.co/Vbre8ewkM2
— Gustavo Petro (@petrogustavo) July 3, 2025
En medio de este tenso ambiente diplomático, emerge como un hecho significativo la reciente publicación del diario El País sobre presuntos audios del ex canciller colombiano Álvaro Leyva. En ellos, se insinúa un plan para destituir al presidente Gustavo Petro, haciendo uso de la influencia de Estados Unidos y el apoyo de congresistas de origen cubano-estadounidense como Mario Díaz-Balart y Carlos Antonio Giménez. Sin embargo, fuentes cercanas a los congresistas descartan que la Casa Blanca haya considerado la propuesta.
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