En versión ante la JEP, el exjefe de las Farc y ahora senador, reconoció el ingreso de los menores de edad a las filas del otrora movimiento guerrillero.

“Yo no creo que eso hubiese sido una práctica permanente, aunque pudo haberse dado”, dijo el exguerrillero ante los magistrados de la Jurisdicción Especial para la Paz.

No obstante, señaló: “Seguramente hubo casos de reclutamiento forzado, no tenemos esa duda. Pero no se puede concluir de allí que eso era algo regular o que se realizara esa práctica por parte de todas las unidades”.

Durante su versión sobre este tema, que fue pública, contó que “las unidades de Farc tenían contempladas reuniones con la población civil”. Sin embargo, negó que esos encuentros fueran obligatorios.

Relató que el papel de las unidades de la guerrilla “se fue limitando a hacer cumplir lo que decían las comunidades en las asambleas”.

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Cuando le preguntaron si los menores de edad eran obligados a asistir, respondió que las familias no eran obligadas a llevarlos. Agregó que los jóvenes llegaban cuando se organizaban actividades en los territorios “para evitar que los jóvenes cayeran en los vicios de droga”.

“Se generaban actividades de deportes y de cultura. A través de esas actividades, se dictaban cursos cuando los jóvenes decidían ingresar a las milicias. Ese era el procedimiento”.

¿Las Farc fusilaron niños?

Cuando le hicieron esa pregunta, el senador señaló que “las deserciones eran un delito y eso se castigaba en un consejo de guerra”.

Aún así, apuntó que el castigo “no necesariamente tenía que terminar en un fusilamiento”.

La pena dependía de varios factores. “No era lo mismo [desertar] en un momento tranquilo que cuando había movimiento militar”, señaló.

Negó que usaran a los niños para evitar ataques de la Fuerza Pública, entre otras cosas, “porque ni siquiera eso hubiese atajado al Ejército colombiano”.