
Han pasado más de treinta días desde que Tatiana Hernández, estudiante de Medicina de 23 años, desapareció en Cartagena sin dejar rastro. La joven fue vista por última vez el 13 de abril de 2025, cuando tomó un descanso en la playa cercana al Hospital Naval en el barrio Bocagrande, donde realizaba su internado. Desde entonces, el paradero de Tatiana continúa siendo desconocido, y su familia no pierde la esperanza de encontrarla con vida, manteniendo la búsqueda activa en medio del dolor y la incertidumbre.
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Ese domingo, Lucy Díaz Gordillo, mamá de Tatiana, la visitó en el hospital y le llevó el almuerzo. Horas después, David Espitia, el novio de Tatiana, llamó alarmado desde Bogotá al no saber nada de ella, y fue entonces cuando se encendieron las alertas sobre su desaparición. Más tarde, se hallaron las sandalias y el celular de la joven sobre los espolones, justo donde se le había visto por última vez. Un turista la grabó sentada en ese lugar, siendo este el único registro visual conocido hasta el momento.
A pesar de los intensos esfuerzos de búsqueda —que incluyen la colaboración constante de la Armada Nacional, la Policía y la Fiscalía—, no se han encontrado pruebas que permitan esclarecer lo sucedido o den pistas concretas para ubicarla. Sus padres, su pareja y amigos han recorrido incansablemente las calles de Cartagena llevando la imagen de Tatiana y pidiendo ayuda a quienes puedan aportar información.
En el proceso de búsqueda, se han hecho operativos terrestres y marítimos para buscar rastros de Tatiana Hernández. La Armada, por medio de Guardacostas, ha utilizado sensores, radares y equipos de buzos profesionales para explorar incluso zonas de difícil acceso o con fuerte oleaje donde está prohibido ingresar al mar. Según Felipe Portilla, comandante de Guardacostas en Cartagena, las condiciones del mar eran peligrosas aquel día, lo que ha reforzado una de las teorías principales: la posibilidad de un accidente acuático.
La estudiante, además de destacarse en Medicina, tenía conocimientos de natación y era suboficial de la reserva, capacidades que han sido tenidas en cuenta durante la investigación. Sin embargo, las autoridades señalaron en el programa Los Informantes, de Caracol TV, que incluso para nadadores experimentados, las corrientes en la zona representan un riesgo muy alto.
La Fiscalía y la Policía continúan analizando la información recopilada, incluidas pruebas entregadas por familiares como el celular, portátil y elementos personales de la joven. Amigas de Tatiana colaboraron en la investigación brindando la clave del celular, con la esperanza de que se obtengan pistas sobre su desaparición.
Pese a ello, hay varios hechos que han despertado algunas dudas en los hallazgos de la Fiscalía. Por ejemplo, su madre dice que no sabía la contraseña del celular que encontraron y que, curiosamente, sus amigas si tenían conocimiento, lo que ha sido un detalle extraño.
Además, en el cuarto donde dormía Tatiana encontraron un portátil y otro celular, que su madre se lo dio para que tuviera una alternativa de comunicación. Dicho dispositivo fue calificado por la señora Lucy como una “carcasa”, pues es un teléfono que no cuenta con tecnología de punta y apenas servía para contestar y llamar. Las autoridades también tienen en sus manos este equipo.
Lucy Díaz Gordillo, madre de Tatiana, mantiene la firme convicción de que su hija sigue con vida y podría estar retenida en algún lugar. La familia cree que Tatiana pudo ser víctima de un rapto y no descartan ninguna hipótesis. “Siento en mi corazón que ella sigue en Cartagena, que está viva y que algún día va a regresar”, expresa su madre con esperanza.
David Espitia, su novio, también comparte la creencia de que Tatiana volverá a casa, mientras que el círculo cercano de la joven y la comunidad universitaria insisten en que las autoridades intensifiquen las acciones de búsqueda hasta dar con su paradero.
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