El pasado lunes en la noche, en la vereda Pueblito de Bolívares, en el municipio de Titiribí, suroeste antioqueño, una mujer de 59 años se llevó el susto de su vida luego de ser atacada por un enjambre abejas en la finca La Serranía.
Huyendo de las picaduras, la mujer corrió a ciegas por la oscuridad y terminó rodando por un barranco, de donde tuvo que ser rescatada por doce bomberos de Amagá que acudieron al lugar con una ambulancia que finalmente la trasladó hasta el hospital de Amagá.
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“Resbaló y el acceso a donde la persona se encontraba es bastante pedregoso y muy boscoso para llegar al lugar. Procedimos lógicamente a hacerle la primera valoración a la paciente a la cual encontramos bastante afectada porque fueron demasiados los aguijones que ella recibe de estos animales”, narró el comandante de Bomberos Amagá, Luis Carlos Hernández.
Para sacar a la mujer del precipicio al que cayó fue necesario cargarla en camilla durante 25 minutos hasta la ambulancia. Fue sacada en camilla de la zona y durante unos 25 minutos cargada por los bomberos hasta la ambulancia. La mujer, tras llegar al hospital de Amagá, fue trasladada el Manuel Uribe Ángel de Envigado por la gravedad de sus heridas. Allí se encuentra estable.
El segundo caso ocurrió en jurisdicción del Carmen de Viboral, específicamente en la vía que conduce a Rionegro, cuando el pasado martes al mediodía un grupo de operarios se puso a alborotar un enjambre y terminó causando el ataque de estas abejas a varias personas que pasaban por la vía, incluyendo un motociclista quien llevó la peor parte por la cantidad de picaduras que recibió. Ante esto se hizo necesario suspender por algunas horas la movilidad en la vía para que los bomberos pudieran controlar la situación.
“Una persona sufrió afectaciones por que fueron bastantes las picaduras, la misma fue trasladada por el cuerpo de bomberos del municipio a un centro asistencial de aquí de la localidad, la persona está estable y simplemente fue para la verificación y chequeo del caso”, informó Santiago Trujillo, profesional de Gestión del Riesgo de El Carmen de Viboral.
Trujillo recomendó a las personas evitar acercarse a las colmenas de abejas cuando estas estén en un árbol o edificación y de inmediato alertar a los organismos de emergencia, además, no hacer movimientos bruscos que las puedan alterar.
Recuerde que las abejas tienen un valor fundamental para la humanidad, y aunque no lo crea, para su cotidianidad y para garantizar que usted pueda tener comida sobre la mesa.
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Por eso garantizar su seguridad es tarea de todos. Para ello es necesario que si llega a advertir la presencia de un enjambre en techos, ventanas u orificios de las edificaciones, lo primero que hay que identificar es si esos nidos representan riegos para la comunidad o no.
Para evaluar si los nidos representan riesgos, desde el Parque de la Conservación (antiguo Zoológico) recomiendan comunicarse con la unidad de riesgos de cada localidad.
También pueden ingresar al grupo en Facebook Pequeños y gigantes conservación Colombia, subir una foto de los insectos y preguntar qué tipo son.
En este caso la mayoría de los nidos son reubicados por la Red de Rescatistas y Reubicadores. Las abejas son llevadas a fincas de apicultura en las laderas de Medellín, mientras que las avispas se trasladan a zonas donde no representen peligro.
Además es importante tener en cuenta que no todas las abejas pican. Están, por ejemplo, las “angelitas”, que cuando se reproducen generan unas pequeñas nubes, que muchos asocian erróneamente como ataques.
No se deben quemar ni envenenar ni matar, se deben proteger. En caso de emergencia, que es cuando hay ataques y picaduras masivas, la recomendación es llamar a los bomberos.
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