“Así como rechazamos la corrupción, repudiamos el asesinato de los líderes sociales”, dijo Duque sobre la ola de asesinatos que, según el Consejo de Seguridad de la ONU, es el principal desafío para la implementación del acuerdo de paz con las FARC, convertidas en partido político y con representación legislativa.

Su referencia al asesinato de los líderes sociales fue uno de los momentos más aplaudidos de su discurso, el primero que da ante el Congreso como jefe de Estado.

Duque afirmó que su Gobierno está comprometido con la protección de líderes sociales y defensores de derechos humanos, por poderosos que sean quienes están detrás de esos crímenes.

“¡Queremos acabar con esa tragedia de raíz y enfrentar a todos los criminales que están detrás de ellos, ni uno más!”, dijo el Presidente mientras los legisladores lo aplaudían y algunos coreaban “ni uno más”.

Ernesto Macías

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Ante esa reivindicación por los líderes sociales, el mandatario añadió: “Me uno a esa voz, el país lo está diciendo hoy aquí con su presidente”. Según explicó, “en la mayoría de los casos los asesinos de líderes son criminales de los grupos armados ilegales como lo comprueba el notable esfuerzo de esclarecimiento de la Fiscalía”.

“El Gobierno Nacional hará todo lo que deba hacer por preservar y proteger la vida de todos los colombianos”, recalcó en su discurso. Cifras de la Defensoría del Pueblo muestran que al menos 462 líderes sociales y defensores de derechos humanos fueron asesinados entre el 1 de enero de 2016 y el 28 de febrero pasado en el país.

Asimismo, un estudio de la ONG Instituto de Estudios sobre Paz y Desarrollo (Indepaz) y el movimiento político Marcha Patriótica sostiene que ya son más de 700 líderes sociales y 140 excombatientes de las FARC asesinados desde 2016, año en que se firmó el acuerdo de paz.

Por eso, el mandatario dijo: “En la Colombia que estamos construyendo, nadie puede sentir temor de expresar sus ideas y proteger los intereses de su comunidad”. Duque dedicó también parte de su discurso a la implementación del acuerdo de paz con las FARC que enfrenta dificultades de distinto tipo.

El Presidente aseguró que durante sus once meses de Gobierno, que comenzó el 7 de agosto de 2018, ha “ratificado el compromiso” con la construcción de la paz, y especialmente con la reinserción en la vida en sociedad de los exguerrilleros.

“Reiteramos nuestra convicción en la reincorporación de los excombatientes y nuestra voluntad para apoyar y respaldar a quienes genuinamente renuncien a la violencia y opten por el camino de la legalidad”, añadió.

En el balance que hizo ante los congresistas, Duque dijo que en su Administración se han aprobado 24 proyectos productivos que benefician a 1.567 desmovilizados por un monto que asciende a 17.430 millones de pesos (unos 5,5 millones de dólares).

Asimismo, valoró el trabajo realizado por la Misión de Observación de las Naciones Unidas y dijo sentirse satisfecho con el apoyo recibido por la comunidad internacional, de la que ha “escuchado las preocupaciones que nos han manifestado” respecto a la implementación de la paz.

La ONU aprobó en septiembre pasado la continuidad por un año más de su misión en Colombia para verificar la implementación del acuerdo y el pasado 12 de julio Duque solicitó al Consejo de Seguridad, durante su visita al país, que prorrogue por otro año esa misión.

“Nuestro compromiso para alcanzar la paz con legalidad significa que apoyaremos a quienes sigan el camino de la paz con legalidad y seremos implacables con la reincidencia”, concluyó.