Por: LA CRONICA DEL QUINDIO

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Este artículo fue curado por pulzo   Oct 16, 2025 - 6:21 am
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En un contexto donde la preocupación por la deforestación crece de manera constante, un reciente informe de El Espectador revela cifras alarmantes sobre la pérdida de cobertura forestal en Colombia durante el año pasado. De acuerdo con el artículo, el país perdió más de 123.000 hectáreas de bosque en 2023, una situación que pone en jaque la conservación de la biodiversidad y los esfuerzos para frenar el cambio climático. Según los datos del informe mencionados, los departamentos más afectados fueron Caquetá, Meta y Guaviare, territorios ubicados en la Amazonía colombiana, donde tradicionalmente se ha enfrentado la presión de la ganadería, la agricultura y, en algunos casos, los cultivos ilícitos.

El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) —la autoridad ambiental encargada de monitorear estos fenómenos— advirtió que aunque la cifra de pérdida forestal representa una disminución en comparación con años anteriores, el daño sigue siendo significativo y continúa superando la capacidad de restauración natural de los bosques. El Espectador reseñó que actores como el narcotráfico, así como la tala ilegal y los procesos de ampliación de la frontera agrícola, siguen siendo las principales causas de deforestación, una situación que se agrava por la debilidad de la presencia estatal en regiones apartadas y la limitada capacidad de vigilancia por parte de las autoridades.

El impacto de la deforestación en estas zonas va más allá de la desaparición de los árboles. Según el mismo informe, la pérdida de bosque implica también el desplazamiento de comunidades indígenas y campesinas que dependen de estos ecosistemas para su sustento, así como la amenaza a especies en peligro de extinción. Todo esto se produce a pesar de los compromisos internacionales adquiridos por Colombia, como el Acuerdo de París, que obliga al país a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y preservar las áreas naturales estratégicas.

En el artículo de El Espectador se menciona que los esfuerzos adelantados por el Estado incluyen la promoción de economías sostenibles, la reforestación y la persecución de las cadenas de tala ilegal. Sin embargo, la falta de coordinación interinstitucional y la insuficiencia de recursos financieros dificultan la aplicación de políticas efectivas para frenar la deforestación. El informe concluye que, si bien se han dado pasos en la dirección adecuada, es imprescindible fortalecer la capacidad de respuesta de las instituciones y vincular de manera más amplia a las comunidades locales en la defensa de los bosques.

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¿Cuál es el papel de las comunidades locales en la conservación de los bosques? Las comunidades indígenas y campesinas desempeñan un rol central en la protección de los bosques, como se menciona en el artículo de El Espectador. Al estar directamente relacionadas con el uso y manejo de los recursos, su saber ancestral y su presencia constituyen una barrera efectiva contra las actividades ilegales que impulsan la deforestación. Incorporar a estas comunidades en las estrategias de conservación resulta clave para asegurar la sostenibilidad ambiental y social de los territorios boscosos.

¿Qué mecanismos usa el Estado colombiano para monitorear la deforestación? Según lo revelado por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), el país depende de un sistema de vigilancia satelital que permite identificar y cuantificar las áreas donde se pierden bosques. Esta tecnología facilita el seguimiento anual de la deforestación, lo que brinda información oportuna para diseñar políticas públicas y orientar la acción institucional donde más se necesita.


* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.

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