En la plazoleta principal del centro administrativo La Alpujarra de Medellín permanecen más de 700 indígenas que protestan contra los operativos de la oficina de Espacio Público y la Policía de Infancia y Adolescencia. 

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Según los manifestantes, las autoridades de Medellín adelantan una campaña de persecución contra las comunidades indígenas que habitan o deambulan en zonas como Niquitao, el centro de la ciudad y El Poblado, lugares donde es común verlos ejerciendo la mendicidad en compañía de menores de edad.

Para exigir más acompañamiento y atención de la administración municipal, las comunidades ingresaron violentamente al edificio de la Alcaldía y ocasionaron millonarios daños en las instalaciones.

El alcalde de Medellín, Daniel Quintero, rechazó esta manifestación en su contra y denunció que las comunidades habrían instrumentalizado a más de 100 menores de edad para persuadir la reacción del Esmad de la Policía.

“En Medellín no permitiremos de ninguna forma que se explote, instrumentalice o se abuse niños. No importa que tan violenta sea la protesta”, dijo el mandatario en sus redes sociales.

Tras el ingreso de las unidades antidisturbios al lugar, los indígenas salieron del edificio de la Alcaldía pero a esta hora levantan campamentos en La Alpujarra.

La personería de Medellín informó que hace presencia en el lugar para supervisar las condiciones de los menores y los manifestantes.