Desde el pasado 6 de marzo y hasta el 25 del mismo mes, Medellín y los otros nueve municipios del Valle de Aburrá afrontan el episodio más crítico del año en cuanto a la calidad del aire que respiran sus habitantes.

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El Área Metropolitana, como autoridad ambiental, explicó que la región está pasando por un episodio de contingencia atmosférica debido al cambio del clima seco de comienzos de año, a la primera temporada invernal.

La transición y las condiciones montañosas de la zona ocasionan un efecto invernadero que dificulta la salida de las partículas contaminantes conocidas como PM 2.5, las cuales son especialmente nocivas para grupos poblacionales como adultos mayores y pacientes con enfermedades respiratorias.

 La lluvia mitiga la contaminación del aire de Medellín

Las condiciones meteorológicas de las últimas horas, particularmente las precipitaciones, han favorecido la dispersión de los contaminantes que son medidos a través de las estaciones de monitoreo del programa Siata. 

Según los expertos, en los próximos días es probable que cinco o más de esas estaciones alcancen un índice de calidad de aire entre naranja y rojo, dañino para grupos sensibles. Sin embargo, este panorama es mucho más alentador que el del mismo período en años anteriores. 

Mauricio Ramírez Arias, líder del equipo de calidad del aire del Área Metropolitana, destacó que las lluvias ayudarían a disminuir los contaminantes en las 19 estaciones de monitoreo. 

“La semana pasada tuvimos predominio de cielo despejado en gran parte del Valle de Aburrá. Además, las lluvias de los últimos días, particularmente las de la noche, han favorecido el buen número de estaciones en verde y amarillo, lo que quiere decir, que el aire que respiramos es bueno”, indicó el profesional.