El hombre grabó un video que subió a su perfil de Facebook y relató la situación:

“Para comentarles una bobada… esta mañana me paró la Policía mientras que me iba comiendo un chocorramo dentro de mi camioneta y me hicieron un comparendo por no llevar el tapabocas puesto; […] entonces, mi chocorramo —que me regalaron— salió como por un millón [de pesos]”.

La sanción económica contemplada en el Código de Policía por no usar tapabocas, según el Decreto 169 de julio de 2020, es de tipo 4, equivalente a 936.320 pesos.

El medio Confidencial Colombia identificó al ciudadano como Ever David y cuenta que trabaja en el servicio de transporte con su vehículo y tiene permiso para desplazarse en Bogotá y varios municipios cercanos.

Debe usar tapabocas si lo paran en un retén, a menos que el policía le diga que se lo quite, para identificación del rostro.

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Sin embargo, ni el medio ni el afectado detallan si se movilizaba solo o acompañado, pues los uniformados pueden imponer el comparendo si dos personan van en un carro sin portar el tapabocas. Además, en el momento en que grabó el video tampoco estaba usando el elemento de protección.

En su relato, el hombre destacó que mientras lo multaban se escuchaba que por el radio le estaban preguntando al policía cuántos comparendos llevaba.

Y aunque ese número puede pedirse por registrar un balance, el portal lo interpretó como una cuota de comparendos que le están pidiendo a los uniformados y consultó a la institución al respecto, que naturalmente negó que estén obligando a sus agentes a cumplir algún número de multas.

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Ever David podrá apelar la sanción en la Alcaldía Local de Santa Fe, y si queda vigente deberá pagar ese valor que rodea el millón de pesos, por eso cerró su video con este comentario:

“Tengan cuidado, anden con el tapabocas puesto, coman con el tapabocas puesto, tómense la gaseosa con el tapabocas puesto… porque estamos en el país de lo ilógico”.

Este fue su relato:

Esta situación hace recordar que a comienzos de 2019 un ciudadano recibió una multa por 800.000 pesos cuando compró una empanada a un vendedor informal en la calle, lo que en ese momento se consideró una malinterpretación del Código de Policía.