Con 14 votos a favor y 6 en contra, la Comisión Primera de la Cámara de Representantes dio luz verde para que este proyecto sea debatido en la plenaria.

El proyecto, propuesto por el representante del Centro Democrático, Álvaro Hernán Prada, al parecer ya no sería una castración en todo el sentido de la palabra, sino una especie de tratamiento que calma el deseo sexual.

En palabras del congresista Prada, el tema de la castración química “asusta y muchos piensan que se trata de alguna violación de los derechos humanos”, pero según él, la iniciativa consiste en “un tratamiento terapéutico que protege a los niños donde también termina siendo beneficiado el sicópata”, según revela Blu Radio.

De esta manera, además de pasar en primer debate, optaron por cambiarle el nombre al proyecto, al que todavía le falta mucho camino para ser aprobado, y llamarlo ‘Terapia para inhibir el deseo sexual’.

Según publica Blu Radio, la razón para cambiarlo de nombre fue porque “la palabra castración remite a muchas otras cosas y esto se trata de una terapia”.

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Álvaro Hernán Prada explicó que hay personas que ya han utilizado la ‘castración’ y que dan fe de su poder: “Dicen cómo ese monstruo, ese diablo que tiene en el cerebro, con esa droga que les quita el deseo sexual, se les merma, y viven mucho más tranquilos”.

El proyecto de castración química tiene contradictores con argumentos científicos y otros en la misma Cámara de Representantes, con opiniones de tinte político.