De acuerdo con Semana, los involucrados, como Guatibonza, eran los encargados de “atraer clientes a la organización”, y no ejecutaban las interceptaciones ilegales como ‘hackers’, es decir, los autores materiales del espionaje a la carta.

De esta manera, según considera el juez, estos tres señalados no tendrían la capacidad de seguir con este tipo de actividades o, como lo establecía la Fiscalía, podrían obstruir el proceso.

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La Fiscalía, no obstante, apeló la decisión de la detención domiciliaria y solicitó, con el visto bueno de la Procudraduría, la medida de aseguramiento en centro carcelario; una medida que de acuerdo con Semana tiene el coronel (r) Jorge Salinas (el único que hasta el momento ha rendido testimonio en contra de Guatibonza) y el mayor Luis Mesías Quiroga Cubillos.

“Se violentó el derecho a la intimidad, que es sagrado. Es aberrante pensar que cualquiera que tenga cómo pagar pueda acceder a las comunicaciones más íntimas de una persona”, indicó la Fiscalía, citada por el diario El Tiempo.