“Es con satisfacción que Brasil regresa a integrar el proceso, fundamental para la consolidación de la paz en Colombia y de gran importancia, en consecuencia, para la región y el mundo”, indicó en un comunicado la Cancillería.
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El gobierno de Colombia y el Eln propusieron en noviembre a Brasil, Chile y México incorporarse como garantes del proceso, tras retomarse las negociaciones suspendidas desde 2019. Estados Unidos fue invitado a participar mediante un enviado especial.
México aceptó inmediatamente su incorporación a los diálogos, en los que ya participaban Cuba, Venezuela y Noruega.
El anuncio refleja el viraje diplomático de Brasil, después de la asunción del presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, quien sustituyó el primero de enero al ultraderechista Jair Bolsonaro.
Lula fue protagonista estelar de la reciente cumbre de mandatarios de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), un foro de 33 países del cual Brasil había sido excluido por Bolsonaro, donde subrayó que el gigante sudamericano “está de vuelta en la región y listo para trabajar lado a lado” con los países miembros.
El gobierno colombiano del presidente Gustavo Petro y los rebeldes comenzarán un segundo ciclo de negociaciones el 13 de febrero en México.
En su sexto intento por negociar la paz, el Gobierno de Colombia y el Eln (con presencia en el 20 % de los municipios del país, además de regiones fronterizas con Venezuela y Ecuador), terminaron el 12 de diciembre una primera etapa de diálogos en Caracas, sin acordar un alto al fuego bilateral.
Brasil ya había tenido una participación como país garante en el anterior intento de negociaciones, suspendido en enero de 2019 por el entonces mandatario colombiano, el derechista Iván Duque, luego de un ataque terrorista contra la Escuela de Policía General Santander que mató a 22 jóvenes estudiantes.
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