Luego de dos días de conocerse el hallazgo del cadáver de una mujer en el sector de Usaquén, en el norte de Bogotá, sobre las 10:00 de la mañana del pasado miércoles 13 de marzo, aún quedan muchas dudas sobre el caso que estremece a los familiares de la víctima, según informó El Tiempo.
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En la investigación que adelantan las autoridades se ha podido constatar que la mujer fue encontrada a 900 metros de su vehículo, en una zona boscosa de la localidad de Usaquén, donde la comunidad tiene muchas preguntas alrededor del hallazgo, de acuerdo con el impreso.
El cadáver de la víctima fue encontrado por la Policía alrededor de las 10 de la mañana, según le informó a CityNoticias el coronel Germán Saavedra, comandante operativo, quien identificó a la víctima como Mónica Manrique Díaz, una mujer de 37 años, que era descrita por sus familiares como “única e incondicional”, según el rotativo.
Manrique trabajaba como conductora de aplicaciones en Bogotá y era amante de los tatuajes. De hecho, en sus redes sociales mostraba videos en los que se le veía tatuándose girasoles y exhibiendo los diseños que se hacía en su cuerpo, según el citado diario. Además, la mujer era madre de cuatro menores.
De hecho, sus familiares dicen que ese miércoles ella salió sobre las 7:00 de la mañana de su casa, pero a eso de las 9:00 perdieron toda comunicación. Lo extraño es que la muerte se dio luego de que ella se iba a encontrar con un hombre, para luego tomar rumbo hasta el lugar donde fue encontrada sin vida, de acuerdo con el periódico.
El cuerpo lo encontraron en la calle 218 con carrera novena y se pudo llegar al lugar gracias al GPS del vehículo. Aunque continúan las investigaciones, la Policía no descarta de que se haya tratado de un feminicidio.
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