
La gastronomía en Bogotá se adapta a todos los paladares y, como era de esperarse, hay un establecimiento que tiene los mejores chicharrones carnudos y con una receta que es todo un secreto, lo que le entrega a este cárnico esa característica crocante, dorada y con buen sabor que ha cautivado a los comensales que llegan hasta allí a comprobar el rumor de que es el más rico.
Precisamente, hablando alrededor de este producto, la ciudad también tiene un restaurante que vende chicharrón bañado en oro, convirtiéndose en toda sensación que atrae a propios y extraños. No es un secreto que la fritanga y todos los alimentos que vienen del cerdo son muy versátiles en sus cocciones, sabores y presentaciones. Así que es común ver a comerciantes que reinventan cómo cocinarlos para llegar a más clientes y ser conocidos en el mercado bogotano.
En la carrera 55 # 174-09, barrio Villa del Prado (Suba) se encuentran los que son catalogados como los mejores chicharrones de Bogotá, según ‘Estiwar G’ y el Canal Trece, quienes por medio de sus videos evidenciaron que cada porción trae una porción considerable de carne bien cocinada y crocante. Además, se puede combinar con diferentes ajís, limones y salsas caseras que dotan a cada bocado de un sabor único. De hecho, la dueña del establecimiento menciona que el cárnico es elegido de granjas certificadas y que antes de cocinarlo es madurado para darle esas características sobresalientes.




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El plato con chicharrones, papa criolla, limones y ají cuesta 24.500 pesos. No obstante, los precios varían dependiendo del tamaño y las adiciones que quieran los clientes. El horario de atención es el siguiente:
- Martes a jueves: 2:00 p. m. a 9:00 p. m.
- Viernes y sábado: 11:00 a. m. a 8:00 p. m.
- Domingos: 11:00 a. m. a 5:00 p. m.
¿Cómo hacer para que los chicharrones queden crujientes?
Lograr unos chicharrones verdaderamente crujientes es un arte que va más allá de solo freír la carne de cerdo. La clave reside en la preparación previa y un proceso de cocción controlado que permita la deshidratación completa de la piel y la grasa. Esto se consigue, en primer lugar, al asegurar que la piel esté impecablemente seca antes de someterla al calor.
Muchos cocineros expertos recomiendan punzar la piel repetidamente y frotarla con sal para extraer cualquier exceso de humedad. Este paso, aunque parezca menor, es fundamental para iniciar el camino hacia esa textura crocante y burbujeante que tanto se anhela.
Una vez preparada, la cocción de los chicharrones requiere paciencia y una técnica específica. El método de la doble cocción es ampliamente reconocido como el más efectivo para lograr la máxima crocancia. Inicialmente, los trozos de cerdo se cocinan a fuego lento en su propia grasa o en un poco de agua hasta que estén tiernos y la grasa se haya rendido. Posteriormente, se incrementa la temperatura para que la piel se dore y se expanda, creando burbujas de aire que resultan en esa textura ligera y crujiente.
¿Qué tan sano es comer chicharrón?
Para muchos, el chicharrón es sinónimo de un bocado delicioso y crujiente, una indulgencia ocasional que satisface el paladar. Sin embargo, su reputación como alimento poco saludable lo ha relegado a menudo al terreno de los ‘placeres culpables’. La realidad es que el cárnico, especialmente cuando proviene de cortes magros de cerdo y se prepara adecuadamente, puede aportar nutrientes interesantes. Es una fuente concentrada de proteínas de alto valor biológico y, dependiendo del corte, puede contener grasas monoinsaturadas, similares a las encontradas en el aguacate o el aceite de oliva, que son beneficiosas para la salud cardiovascular.
No obstante, la clave reside en la moderación y la forma de preparación. A menudo, el chicharrón se asocia con altos niveles de sodio y grasas saturadas cuando se fríe en exceso o se procesa con aditivos. Consumirlo en grandes cantidades y con frecuencia puede contribuir al aumento de peso, problemas cardiovasculares y otros riesgos para la salud.
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