
La reciente sequía y ahora la amenaza de inundaciones en la región de Cundinamarca y Bogotá es seguido de cerca por la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR). El sistema de embalses de Chingaza, compuesto por San Rafael y Chuza, ha superado con las inclementes lluvias de junio de 2025 el 80 % de su capacidad, un nivel que no se veía desde hacía más de mil días y que alivia el temor a racionamientos de agua, pero que a su vez, instala la preocupación por posibles emergencias por cuenta de la ola invernal.
(Vea también: Encuentran bodega en Bogotá con 150 motores robados de carros: hay de Chevrolet, Renault y más)
Según explicó Alfred Ballesteros, director de la CAR, en un comunicado replicado por El Tiempo: “El aumento en los niveles de agua no representa un riesgo de desbordamiento o inundaciones”, afirmando que la CAR mantiene un “riguroso monitoreo y control operativo para evitar que los embalses llenen al 100% de su capacidad”. Esta gestión, que usualmente se opera para mantener niveles entre el 90% y 93 %, se ajusta mediante descargas controladas en caso de necesidad.
Este monitoreo se lleva a cabo a través de 433 estaciones satelitales, automáticas y convencionales que proveen información hidrometeorológica precisa para ajustar gradualmente los volúmenes de agua almacenada, dando seguridad y sostenibilidad al recurso.




“Asumimos con seriedad y compromiso la gestión hídrica para saldar la deuda con la naturaleza y garantizar el suministro de agua potable a los bogotanos y habitantes de Cundinamarca, conjugando seguridad y sostenibilidad ambiental”, recalcó Ballesteros en su intervención.
Mientras que el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, mostró su alivio al ver que se ha superado el umbral del 79 % de capacidad establecido en agosto de 2022, señaló que es imprescindible mantener estos niveles para garantizar el suministro durante agosto y septiembre, meses históricamente secos en la región.
No obstante, la situación tiene un lado B. Los deslizamientos e incomunicaciones producidos por las mismas lluvias que surten los embalses presentan un panorama distinto en municipios de Cundinamarca como Quetame, afectados por las inundaciones y las intensas precipitaciones que han producido serios estragos.
En el equilibrio de esta balanza, las autoridades ambientales y municipales remarcan la importancia de mantener medidas preventivas y protocolos para evitar riesgos de inundación.
(Vea también: Balacera en Bogotá dejó dos muertos y un herido: les dispararon mientras comían hamburguesa)
Los problemas ya se han empezado a ver en varios municipios de Cundinamarca, por ejemplo en Machetá, donde ocurrió una tragedia por el colapso de la vía en la ruta conocida como el Sisga, donde hubo un derrumbe y varios municipios están incomunicados por esta calzada, como lo son Macanal, Tenza, Sutatenza, entre otros.
Pesa a esta emergencia, Ballesteros dice que esta situación invernal al menos en Bogotá es algo positivo, ya que representa una disponibilidad del servicio de agua para la región, así como una cifra importante que va a garantizar la oferta del recurso hídrico, sobre todo en tiempo seco.
* Pulzo.com se escribe con Z
LO ÚLTIMO