A este promedio que ubica a Bogotá solo por debajo de Los Ángeles, Moscú, Nueva York, Sao Paulo y San Francisco, y que apunta que en el año anterior los capitalinos gastaron 75 horas en congestiones durante horas pico, se llega especificando que el mayor tiempo de congestión vehicular (39%) se vive entrando y saliendo de la ciudad; le sigue el tráfico interno durante esa misma franja horaria (33%) y el de entrada y salida en hora valle (32%).

El Tiempo da cuenta precisamente de que la hora valle en el día ya no marca una diferencia significativa frente a la hora pico en cuanto a congestión, mientras que los trancones en horas valle nocturnas son de apenas del 14% según el informe de Inrix, “por lo que deberían evaluarse incentivos para cambios de horarios laborales y desplazamientos logísticos”, apunta el diario.

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Este medio cita a la Secretaría de Movilidad de la capital, la cual espera que para el informe de 2018 ya Bogotá haya salido del top 10, teniendo en cuenta la implementación de los semáforos inteligentes con los que se esperan reducir los trancones en un 30%.

En cuanto a la mínima diferencia entre horas pico y valle, Movilidad ve más cercana la opción de los cobros por congestión que modificar el horario de pico y placa para mejorar la circulación de automotores, dice El Tiempo, que por medio de analistas concluye que la solución no es construir más bien sino cambiar hábitos y mejorar lo que hay en cuanto a transporte masivo, andenes y ciclorrutas.