Se trata de Marco Javier Morantes Pico, a quien la Fiscalía acusó de secuestro simple agravado en los hechos en los que fue agredida la comunicadora Jineth Bedoya, en el año 2000, señala Noticias RCN.

El ente acusador dice que Morantes Pico era guardia de la cárcel La Modelo y que atendió a Bedoya, quien llegó a entrevistar a un paramilitar preso.

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Morantes hizo esperar a Bedoya durante media hora antes de que presuntamente le iba a autorizar el ingreso, pero en su lugar llegó un vehículo en el que secuestraron a la periodista y la llevaron a la fuerza a una bodega, donde la agredieron física y sexualmente, al punto de la tortura.

Luego, la llevaron a Villavicencio, Meta, y allí la abandonaron en plena vía pública, un hecho violento contra una mujer, como venganza contra Bedoya por las publicaciones de la periodista en las que denunciaba los manejos criminales que acontecían dentro de la cárcel, recuerda el noticiero.

La sentencia de la Fiscalía, sin embargo, no es privativa de la libertad para Morantes, por lo cual se emitió una alerta a Migración Colombia para evitar que el acusado abandone el país, apuntó el informativo.

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La situación de riesgo de Bedoya en la actualidad es tal, que la CorteIDH emitió una resolución de medidas provisionales en la que consideró que existe “una situación de extrema gravedad y urgencia, con la perspectiva de sufrir un daño irreparable en contra de las presuntas víctimas Jineth Bedoya Lima y Luz Nelly Lima (su mamá), lo cual amerita la adopción de medidas provisionales”.

“Esta Corte estima pertinente hacer lugar a la solicitud de medidas provisionales de la presunta víctima, y ordenar al Estado la adopción, de forma inmediata, de todas las medidas necesarias para proteger la vida e integridad personal” de Jineth Bedoya y su madre, indica el texto del alto tribunal.