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A la sombra de los símbolos soviéticos congelados en el tiempo, los habitantes de Transnistria están llamados a votar este 28 de septiembre en las elecciones legislativas moldavas. Este territorio, que oficialmente forma parte de Moldavia, pero que desde 1992 está bajo control separatista prorruso, es foco de especial atención en el contexto de la guerra en Ucrania. Con un número reducido de colegios electorales, convoyes de votantes ilegales y una mayor participación, la votación en Transnistria podría tener un peso importante en unas elecciones que se anuncian reñidas.
Por Timéo Guillon y Murielle Paradon, enviada especial a Transnistria
A la entrada de Transnistria, un guardia fronterizo controla mecánicamente los pasaportes: “¿Excursión?”. Los periodistas extranjeros no son bienvenidos en este territorio: hay que hacerse pasar por turistas. Los guías locales están encantados de mostrar la capital, Tiraspol, y muestran con orgullo los símbolos de la era comunista: una gigantesca estatua de Lenin, monumentos a la gloria de las batallas militares ganadas por Rusia. Esta inmersión en la Unión Soviética de los años 60 da vértigo. Nada recuerda que estamos en Moldavia en 2025, salvo la ropa de los jóvenes que se cruzan por las calles, vestidos con vaqueros y zapatillas deportivas.
Este territorio de 200 kilómetros de largo por 20 kilómetros de ancho, fronterizo con Ucrania, cristaliza las tensiones entre Moldavia y Rusia desde hace más de 30 años. Transnistria, una región mayoritariamente rusófona con 500.000 habitantes, se separó de Moldavia en 1992 y sigue hoy en día bajo la influencia de Moscú.




Aunque se ha autoproclamado independiente, ningún Estado del mundo la reconoce, ni siquiera Rusia, que sin embargo tiene presencia militar en la zona y es el principal acreedor de la región. Desde el punto de vista jurídico, Transnistria sigue considerándose parte integrante de Moldavia. En este contexto, los transnistrios están llamados a las urnas en cada elección moldava. Para las elecciones legislativas del 28 de septiembre, los resultados de Transnistria serán objeto de especial atención.
Un contexto electoral tenso
En Bender, ciudad fronteriza de Transnistria, Galina* aún no sabe si irá a votar el domingo. La empleada de una tienda de comestibles debería ir a Varnitsa, el pueblo vecino al otro lado de la frontera. “En las últimas elecciones fui a votar y tuve problemas, nos detuvieron en el control”, dice evasivamente. Sobre todo, expresa su miedo al futuro. “No sabemos quién va a ganar estas elecciones y qué va a pasar después. Tengo miedo de que empiece la guerra”, dice a RFI.
Hay que decir que, desde el inicio de la guerra en Ucrania en 2022, Moldavia se encuentra en el centro de las tensiones y las elecciones legislativas son calificadas de “existenciales” por ambos bandos. Por un lado, el Partido Acción y Solidaridad de la presidenta Maia Sandu, orientado hacia Europa. Por otro, la alianza de comunistas y socialistas, prorrusa. La mayoría que salga ganadora determinará hacia qué bando se inclinará Moldavia en los próximos años.
El 28 de septiembre se abrirán 12 colegios electorales especiales a lo largo de la frontera administrativa, lo que permitirá votar a todos los ciudadanos de Transnistria que tengan pasaporte moldavo. Se trata de una reducción significativa con respecto a las elecciones presidenciales de 2024, en las que se habilitaron 31 colegios electorales para los transnistrios.
Para Florent Parmentier, secretario general del Cevipof (Centro de Investigaciones Políticas de Sciences Po) y coautor de La Moldavie à la croisée des mondes (Moldavia en la encrucijada de los mundos), esta disminución demuestra que “las elecciones son vigiladas con mucha atención por parte de las autoridades moldavas, que temen la manipulación electoral”, pero reconoce que “una buena parte de las personas presentes en el lugar considerarán que se trata de una forma de exclusión de un número de ciudadanos que se encuentran en una mayoría bastante favorable al partido prorruso”. En las elecciones presidenciales de 2024, el 80 % de los transnistrios votaron a favor del candidato prorruso.
Sospechas de injerencia
Sin embargo, la participación de Transnistria en las elecciones es históricamente baja. Aunque más de 300.000 habitantes poseen pasaporte moldavo, solo 30.000 acudieron a las urnas en 2024. No obstante, Florent Parmentier estima que la participación debería aumentar este 28 de septiembre: “A principios de año, se cortó el suministro de gas que alimentaba el sistema económico transnistrio procedente de Rusia y que pasaba por Ucrania. Esto favorece una mayor movilización de los transnistrios”.
En el contexto de la guerra en Ucrania, Rusia está redoblando sus esfuerzos para intentar que Moldavia se pase a su bando. Y los votos de los moldavos prorrusos son un factor clave. Desde hace tres años, las autoridades de Transnistria, con el apoyo de Rusia, financian el transporte colectivo de votantes, llevándolos en autobús a los colegios electorales fronterizos, aunque esta práctica está prohibida por el código electoral moldavo. “En las últimas elecciones presidenciales se observaron nuevas manipulaciones. Rusia puso a disposición aviones para que los ciudadanos moldavos residentes en Rusia pudieran ir a votar a Estambul y otras ciudades”, añade Florent Parmentier, especialista en Moldavia.
Por otro lado, el acceso a los colegios electorales no es equitativo para todos los moldavos. “Hay 75 colegios electorales para las elecciones en Italia, 25 en Francia. Y dos en Rusia, donde hay una sólida comunidad estimada en 300.000 personas. Esto da una idea del tipo de justificación que darán estas personas”, explica Florent Parmentier. Para las autoridades de Transnistria, la organización de estos convoyes, aunque ilegal, serviría para “reparar una injusticia en el acceso equitativo al voto”.
¿Un voto simbólico o decisivo?
Si bien el voto de Transnistria puede parecer anecdótico dada la baja participación histórica de la región, las elecciones legislativas del 28 de septiembre se anuncian relativamente reñidas.
“Son elecciones legislativas proporcionales a una sola vuelta. Si en esta región hay 40.000 votos que se inclinan más hacia un lado que hacia otro, eso podría tener efectos. Por lo tanto, es en este sentido en el que hay que fijarse en lo que ocurra en Transnistria este domingo”, explica Florent Parmentier.
No obstante, es importante destacar que Transnistria no es la región más prorrusa de Moldavia. Gagauzia, que goza de un estatuto de autonomía dentro de la República, votó en un 95 % en contra de Maia Sandu en las últimas elecciones presidenciales. En cuanto a Transnistria, “hay una parte de la opinión pública, alrededor del 20 %, que es favorable a Maia Sandu” y a la reintegración de este territorio en Moldavia.
*Nombre modificado
* Pulzo.com se escribe con Z
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