Este voluntario, como cuenta Noticias RCN, fue escogido como voluntario precisamente por la exposición que él tiene al coronavirus en su diario vivir.
Pons explica en la entrevista con el medio que la vacuna se la aplicaron el pasado 5 de junio, hace ya casi siete semanas, y desde ese momento se hace pruebas constantes de COVID-19 para detectar síntomas, por ejemplo si ha perdido el sentido del olfato o si presenta tos seca y fiebre, pero hasta hoy, el hombre no ha mostrado nada de eso, más allá de un dolor en el brazo donde la aplicaron la inyección, que le duró 24 horas.
Esta vacuna, la de Oxford, ha sido considerada la más efectiva y la que más avanzada se encuentra de todas las que están compitiendo por salir primero, que lo haría antes de que termine el 2020 y costaría menos de 3 dólares cada dosis.
La vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford y el laboratorio AstraZeneca es una de las que más esperanza de prevención contra el coronavirus han generado y los resultados publicados este lunes por The Lancet revelan que el medicamento incrementó los niveles de anticuerpos neutralizantes y las células blancas de la sangre que pueden combatir el COVID-19 entre los voluntarios a quienes se les inoculó la sustancia.
Otro de los hallazgos es que, como lo confirma el entrevistado por Noticias RCN por su propia experiencia, el tratamiento hasta el momento es seguro y no presentó ningún efecto secundario adverso entre los 1.077 voluntarios que participaron en las pruebas clínicas.
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