Los ataques dejaron 560 personas heridas, incluyendo 43 niños. Según el ministro, hubo al menos 3.500 ataques contra refugiados y hostales de asilo. 3 cuartas partes de ellos (2.545) fueron hechos a individuos fuera de sus lugares de residencia, mientras que los demás (988) fueron contra los propios edificios, informa Press TV.

Ulla Jelpke, política del partido izquierdista Die Linke, acusó a extremistas de las alas más radicales de la derecha de ser los responsables de estos actos, y llamó al gobierno alemán para que fortalezca sus acciones al respecto, añade Independent.

¿La gente debe morir antes de que la violencia de la extrema derecha sea considerada un pronlema doméstico de seguridad de primer orden, y convertirlo en una prioridad en la agenda política nacional? […] Los nazis están amenazando a los refugiados y, por lo tanto, a nuestra democracia”, dijo.

Amnistía Internacional también se pronunció al respecto, y afirmó que Alemania tiene “problemas estructurales” en la manera de prevenir y tratar los crímenes de odio.

Hay que ver mejor las evaluaciones de riesgo, tener más protección en ciertos lugares y enjuiciar a los responsables de estos espantosos crímenes de odio”, dijo la organización.