Cuando el padre y su hijo se acercan a las crías, la osa es consciente del peligro inminente y hace sonidos que indican su miedo. Los dos sacan sus armas y realizan varios disparos en el hueco donde se encontraban los animales, matando a la osa incluso cuando los chillidos de sus cachorros se escuchaban con desespero.

El padre luego dispara a los dos cachorros a quemarropa. Luego, los hombres sacan el cuerpo flojo del oso de la guarida. Hacen una pausa para que el hijo se tome una foto levantando la pata de la osa, antes de proceder a cortarla en pedazos.

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Por último, enrollan la piel del oso, la meten en una bolsa de plástico y se van con los restos ensangrentados de lo que era, unas horas antes, un hermoso animal hibernando en su guarida con sus crías.

El video también muestra que los hombres regresaron al sitio días después para ocultar toda la evidencia de su crimen, metiendo los cuerpos de los cachorros en una bolsa, desechando un collar de rastreo colocado sobre la osa, y recuperando sus carcasas de balas gastadas.

Por estos hechos, el padre fue sentenciado a tres meses de prisión efectiva, a pagar una multa de 9.000 dólares y no podrá ejercer la caza de animales por diez años. El hijo, por su parte, también perdió su licencia de caza y deberá hacer trabajo comunitario, informó The Human Society.