El par de tacones está expuesto desde el miércoles en Burj Al Arab, uno de los numerosos hoteles de lujo de esta ciudad-estado del Golfo que busca constantemente romper todos los récords.

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Los zapatos fueron diseñados y fabricados en Italia con 236 diamantes pequeños, así como dos de 15 quilates sin defecto y de grado “D”, es decir incoloros y por tanto de muy alta calidad.

“Dubái es una ciudad de multimillonarios”, explicó Hemant Karamchandani, el joyero detrás de esta creación, quien agregó que para este tipo de productos “hay un mercado potencial en toda la región del Golfo y particularmente en Arabia Saudita”. ¿Será que les aparece un comprador?