Según los medios de comunicación, Raggi, del Movimiento 5 Estrellas, daría “marcha atrás” y no llevará a cabo el cambio, previsto en una ordenanza de octubre de 2017, tras las críticas recibidas.

En las últimas horas, varias asociaciones católicas han acusado al Ayuntamiento de “quitar este dinero a los pobres”.

En la ordenanza de 2017 se estipula que los cerca 1,7 millones de dólares (alrededor de 5 mil 100 millones de pesos) que se recogen anualmente en la fuente fueran gestionados directamente por el Ayuntamiento, lo que ya había provocado críticas y un primer aplazamiento de su puesta en marcha hasta 2019.

El pasado 28 de diciembre, se volvió a postergar la aplicación de esta ordenanza hasta el 1 de abril de este año y se reavivó de nuevo la polémica.

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Según esta, el uso de las monedas, que como tradición lanzan los turistas con el deseo de volver a visitar la Ciudad Eterna, estará gestionado por la empresa municipalizada ACEA, que se ocupa de servicio hídrico de la capital y del mantenimiento de las fuentes monumentales de Roma y que era ya la encargada de recoger y limpiar la Fontana de Trevi.

En 2001, el alcalde de la ciudad, Francesco Rutelli, decidió donar todo el dinero que se recogía de la fuente a Cáritas, institución dependiente de la Iglesia Católica que se ocupa de los desfavorecidos.

Cada tres meses, Cáritas proporcionó a la municipalidad un informe de cómo se habían gastado las monedas; sobre todo para proporcionar refugio a las personas sin hogar, un comedor social y la creación de los emporios de solidaridad o supermercados gratuitos para los más pobres.

Según Cáritas Roma, estos recursos suponen el 15 por ciento de su presupuesto.