En su cuenta de Twitter, Trump escribió:

“Una mujer que no conozco y que, por lo que recuerdo, nunca conocí, está en la PORTADA del medio de noticias falsas The Washington Post diciendo que la besé (durante dos minutos) en el vestíbulo de la Torre Trump hace doce años. ¡Nunca ocurrió!”.

“¿Quién haría eso en un espacio público con cámaras de seguridad activas en directo? Otra acusación falsa. ¿Por qué The Washington Post no informa sobre las mujeres que han aceptado dinero para inventarse historias sobre mí? Una de ellas consiguió pagar su hipoteca. Solo informó de ello Fox News… No encaja en la narración de los medios de comunicación generalistas”.

El diario The Washington Post publicó a última hora del lunes un perfil de Rachel Crooks, una de las 19 mujeres que aseguran que Trump se propasó sexualmente con ellas en el pasado.

Crooks, de 35 años, acusó por primera vez a Trump poco antes de las elecciones de noviembre de 2016 de haberla besado a la fuerza en enero de 2006, en la torre de Nueva York que lleva el nombre del entonces magnate inmobiliario.

En otro tuit, Crooks respondió este martes a los mensajes de Trump, al retarle a hacer públicas “las grabaciones” de las cámaras de seguridad “en el pasillo frente a los ascensores de la planta 24”, donde ella asegura que sucedió el beso, y no en el vestíbulo de la Torre Trump, como afirmó el presidente.

“Dejemos esto claro para todo el mundo. Son los mentirosos como usted en la política los que me han hecho presentarme yo misma a un cargo público”, tuiteó Crooks, que este mes anunció que competirá como candidata demócrata para ocupar un escaño en la Cámara de Representantes estatal de Ohio.

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El perfil de The Washington Post cita las palabras de Crooks en una reciente reunión con un grupo de mujeres en Ohio, en la que contó el incidente que, según ella, ocurrió cuando Trump tenía 59 años y ella 22, y trabajaba como secretaria para una compañía alojada en el edificio que llevaba el nombre del magnate inmobiliario.

“Él esperaba el ascensor fuera de nuestra oficina cuando conseguí reunir el coraje suficiente para presentarme”, dijo.

“Me cogió de la mano y me mantuvo firme. Comenzó a besarme en una mejilla, luego en la otra. Entre los besos, me hablaba, me preguntaba de dónde era o si quería ser modelo. No me soltaba la mano, y entonces empezó a besarme en los labios. Fue un beso largo, probablemente duró unos dos minutos, quizá menos”, relató.

Durante la campaña electoral de 2016, Trump negó todas las acusaciones de abuso sexual en su contra y llegó a sugerir que algunas de las mujeres que le habían señalado estaban mintiendo porque eran demasiado poco atractivas para que él hubiera tratado de propasarse con ellas.

La Casa Blanca ha defendido que el hecho de que Trump fuera elegido como presidente demuestra que a los estadounidenses no les importa, o no se creen, las acusaciones en su contra.

No obstante, el auge del movimiento #MeToo (#YoTambién) y las denuncias de violencia doméstica contra un exfuncionario de la Casa Blanca, Rob Porter, han colocado en una posición incómoda a Trump, que este mes pidió “debido proceso” para los hombres acusados de abusos.

Con EFE