La policía Boliviana y los bomberos llegaron pasado el mediodía con 23 cuerpos a la morgue del Hospital de Clínicas en La Paz, mientras que otras dos personas murieron cuando eran atendidas en el hospital de la localidad de Coroico, cercana al lugar del accidente.

Las primeras indagaciones apuntan a que se trató de una “falla humana” del conductor de un autobús de una empresa privada, que intentó rebasar a un camión “y se encontró en sentido contrario con otro vehículo”, indicó el coronel de la policía Fernando Rojas.

Esto ocasionó “que el conductor pierda el control del motorizado y llegue a embarrancarse a una profundidad de 350 metros aproximadamente“, señaló el oficial.

Según Rojas, que visitó el lugar del suceso, el autobús “ha quedado totalmente destrozado, entretanto que los cuerpos han sido esparcidos por la violencia del impacto y del embarrancamiento”.

El vehículo viajaba con unos 48 pasajeros desde La Paz hacia la localidad de Rurrenabaque, en el noreste amazónico de Bolivia.

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Entre los fallecidos hay tres niños, uno de unos 2 años y otros dos de entre 9 a 10, agregó.

Este es el accidente “más grave” que se ha registrado en el departamento de La Paz en lo que va del año, según el coronel Rojas.

La mayoría de los heridos se encuentra en el hospital de Coroico y diez reciben atención en el hospital Arco Iris de La Paz.

Entre los pacientes que llegaron a La Paz hay dos que se encuentran en la unidad de terapia intensiva, “bastante delicados” y con pronóstico “reservado“, explicó el jefe de Hospitalización del hospital Arco Iris, Marco Antonio Ortiz.

El presidente boliviano, Evo Morales, expresó en un mensaje en Twitter su tristeza por el “grave accidente ocurrido en la carretera La Paz-Yungas”.

Nuestro sentido pésame a los familiares de los fallecidos. A los hermanos conductores, les pedimos tener siempre mucha precaución; cuidar la vida está por encima de todo”, manifestó el gobernante.