En ese momento, agencias de noticias como Efe y Sputnik reportaron el caso y la polvareda que levantaron las detenciones de los bolivianos Fabio Adhemar Andrade Lima Lobo y Carlos Andrés Añez Dorado en el estado brasileño de Mato Grosso el 16 de octubre de ese año.

Sin embargo, son los medios afines a Morales los que han recordado la polémica, aunque el nuevo gobierno se ha defendido recordando que copartidarios del expresidente también estuvieron salpicados.

El caso

En 2017, unos días después de las capturas, Carlos Romero, entonces ministro de Gobierno de Bolivia, denunció que los detenidos eran familiares de una excandidata a la asamblea departamental por el Movimiento al Socialismo (MAS) –partido de Evo Morales–, un alcalde del Movimiento Nacionalista Revolucionario y una senadora de la Unidad Demócrata –la ahora presidenta Añez–.

Sin embargo, aclaró en conferencia de prensa que “estos nexos familiares y políticos, en principio, no representan necesariamente una corresponsabilidad en esas actividades ilícitas”.

“Tampoco vamos a permitir que los políticos neoliberales del pasado embarrados hasta las patas con la actividad del narcotráfico levanten el dedo acusador para tratar de dañar la imagen del país, dañar la imagen de este Gobierno en supuestas denuncias de actividades con drogas”, precisó el entonces funcionario.

En el caso de Añez Dorado, Romero afirmó que este es sobrino de Añez, que en ese entonces era senadora opositora. Mientras que Andrade Lima no solo es hijo de la excandidata del MAS Carmen Lima Lobo sino de un exmiembro del Cartel de Cali.

“La investigación tendrá que seguir adelante”, dijo Romero al ofrecer la seguridad del Estado para los parlamentarios opositores que dijeron temer por sus vidas luego de develar la cercanía del MAS con el narcotráfico.

Uno de ellos es Tomás Monasterio, que hizo público un audio en el que, según aseguró, se escucha la voz de Carmen Iris Lima Lobo haciendo amenazas contra su vida y le dice que la cárcel para ella es como un hotel.

Dijo también que la cocaína decomisada en Brasil es parte de una cadena de operaciones de una organización criminal que debe ser desbaratada porque el narcotráfico no puede “doblegar” al país.

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Adhemar Andrade Lima Lobo fue detenido en dos oportunidades en Bolivia (en 2011 y 2012) acusado de delitos comunes y narcotráfico, pero fue absuelto por la justicia boliviana porque el Ministerio Público no presentó “pruebas suficientes”, según los jueces que liberaron al acusado, precisó Sputnik. Por eso, Monasterio también acusó de supuesta corrupción a un grupo de jueces por absolverlo, pese a haberse detectado indicios de sus operaciones.

El Gobierno boliviano investiga a Andrade Lima Lobo por delitos de narcotráfico, lavado de dinero y “probablemente sicariato”, según reveló el exministro Romero.

Incluso, por esos mismos días, el exministro de Defensa Carlos Sánchez Berzaín, asilado político en Estados Unidos, acusó a Morales de ser un “dictador” y de que su “régimen” convirtió a Bolivia en un “narcoestado-plurinacional”.

“El señor Carlos Sánchez Berzaín, prófugo de la Justicia boliviana por haber ordenado directamente el genocidio de más de sesenta hermanos alteños (de la ciudad de El Alto), se da el lujo de decir que en Bolivia se ha instalado un narcoestado”, cuestionó Romero.

Agregó que si el Gobierno de Morales “tuviera un compromiso mínimo con actividades del narcotráfico con seguridad que este tema ya habría sido objeto de investigación” y “de escándalo” y denuncias de las agencias de seguridad estadounidenses DEA y CIA, que fueron expulsadas de Bolivia por el Ejecutivo boliviano en 2008.