Sin embargo, una advertencia de tsunami, el nivel de amenaza más bajo, “sigue vigente” para el sur y la península de Alaska, pero “no hay alerta de tsunami para el resto de la costa del Pacífico de América del Norte”, escribió en su sitio web el centro de monitoreo de tsunamis de Estados Unidos.

El fenómeno se registró en el Golfo de Alaska, a unos 280 kilómetros al sureste de la ciudad de Kodiak, en la isla del mismo nombre, y a sólo 10 kilómetros de profundidad. El temblor se produjo a las 4:31 de la mañana (hora colombiana). En un principio se había indicado que la magnitud del sismo había sido de magnitud 8,2, pero la cifra fue corregida minutos después por el USGS.

El Centro Nacional de Alerta de Tsunamis del Pacífico (PTWC) lanzó un alerta para la mayor parte de la costa sur de Alaska, las islas Aleutianas y la provincia canadiense de Columbia británica.

La alerta de tsunami se mantiene activa en las costas de Alaska. Un par de horas después del sismo, la alerta fue levantada en Hawái, y luego, en Canadá y Estados Unidos.

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El PTWC pidió que las personas que se encuentren en las áreas afectadas por la alerta busquen zonas elevadas y se alejen de la costa, donde podrían producirse inundaciones acompañadas de fuertes corrientes, que son de riesgo para botes y barcos.

Se proyecta que en la costa oeste de Estados Unidos podrían esperarse olas fuera de lo normal 3 horas después del sismo; en Hawái, entre 6 y 9 horas después; y para la costa Pacífica sudamericana (Colombia, Ecuador y Perú), 15 horas; y Chile, 18 horas.

En el caso de Colombia, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo (UNGRD) confirmo este mismo martes por la mañana que no existe amenaza de tsunami para la costa Pacífica, después de reportarse el fuerte sismo en Alaska.

En 1964, un sismo de magnitud 9,2 cerca del estrecho de Prince William en Alaska, seguido de un tsunami, dejó un saldo de 125 muertos.

Con EFE y AFP