A propósito de la clausura del congreso fundacional de las Farc, los dos diarios más leídos en ese país dedicaron sus editoriales para estudiar los efectos que tendrá el cambio de esta organización.

Cabe recordar que el nombre del partido será Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común y el logotipo es una rosa roja con una estrella de cinco puntas en su centro sobre las letras Farc en verde.

“Cada vez que la gente vea una rosa roja, pensarán en las Farc”, explicó Iván Márquez, líder del movimiento en una conferencia de prensa.

En ese sentido, El País titula ‘Otro paso positivo en Colombia’ y asegura que esa conversión hacia un partido político representa el “éxito del proceso de paz”.

Incluso resalta que parte de los integrantes de la exguerrilla quisieran dejar de lado la sigla Farc y sustituirlo por el nombre de Nueva Colombia, aunque no fuera el número suficiente para hacerlo efectivo.

“El proceso de paz colombiano sigue construyéndose paso a paso como un ejemplo no solo para Latinoamérica sino para otras zonas del mundo con conflictos similares”.

El País resalta que, ahora como partido político, debe prepararse para las elecciones de 2018 y obtener el apoyo de los colombianos. “Con los votos obtendrá una legitimidad de la que jamás ha gozado previamente y podrá demostrar su voluntad de trabajar por el bien de Colombia”.

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Por su parte, El Mundo, de abierta ideología de derecha, se va al otro extremo y titula ‘Las FARC se burlan de las víctimas’. Se inclina por reprochar que “las siglas de la formación [de su nuevo partido] son las mismas que la de la siniestra banda que sembró el terror y la destrucción durante más de 50 años en Colombia”, y recalca que la ideología seguirá siendo “la misma, convencidos como están de que la suya fue una lucha legítima cuyos objetivos perseguirán ahora por otras vías”.

“Se trata […] de un miserable, por innecesario, insulto a los familiares de las víctimas, que tienen que soportar ver ahora a los asesinos sentados en las cámaras de representación, ya que tienen 10 escaños asegurados por ley”.

Reproduciendo la polarización que se vive en el país, El Mundo califica la conversión de esa organización como “un descrédito para la democracia colombiana y una afrenta a toda la ciudadanía, que votó en contra del acuerdo impulsado por Santos y aun así se le ha impuesto por la vía de los hechos”.

El diario The Guardian de Inglaterra, se suma al análisis pero sin tomar parte y recoge lo acordado en el congreso fundacional de cinco días que se cumplió en Bogotá y se cerró con el concierto del pasado viernes en la Plaza de Bolívar, “flanqueada por los escaños del poder, incluyendo el Congreso, el Palacio de Justicia, el ayuntamiento y la catedral nacional”.

El partido se enfrenta ahora a una dura batalla por la aceptación política en un país enseñado a ver a sus miembros como una amenaza terrorista después de décadas de secuestros, ataques con bombas y extorsión.

El diario británico recordó que el nuevo partido tendrá presencia en las elecciones al Congreso del próximo año pero, bajo el acuerdo de paz, tienen asegurados al menos cinco escaños en el Senado y cinco en la Cámara de Representantes.

“El partido no tendrá candidato presidencial en 2018 porque prefiere buscar una coalición con fuerzas de izquierda. Pero un día Iván Márquez buscará ser candidato: ‘Hemos entrado en la política legal porque queremos gobernar’”, explicó el diario.