Tras dos intentos fallidos de tratar el asunto en las dos últimas semanas, ya que ni siquiera se pudo iniciar el debate, finalmente los senadores votaron a favor, por unanimidad, de que el juez Claudio Bonadio lleve adelante allanamientos en los domicilios de Fernández en Buenos Aires y el sur del país, en busca de pruebas.

La votación fue afirmativa por parte de los 67 senadores presentes en la sesión, incluida la propia Cristina Kirchner. No hubo abstenciones.

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Al estar protegida por el fuero político, cualquier decisión de la justicia que apunte al arresto de Fernández o el registro de sus propiedades debe pasar por el pleno de la Cámara Alta, en la que ningún bloque tiene mayoría absoluta pero el peronismo -al que pertenece la expresidenta- es el movimiento con más peso, pero está dividido en varios sectores.

La sesión se prolongó durante seis horas, con intervenciones de 24 senadores.

En su discurso, Kirchner reiteró que el proceso en su contra tiene como motivación apartarla de la política.

“Si algo faltaba para consagrar la persecución política en Argentina era esta causa. Voy a ser la primera senadora allanada”, aseveró.

Debido a sus fueros, Kirchner no puede ser detenida, pero se la puede imputar y condenar.

La semana pasada, una sesión en el Senado para evaluar el pedido de Bonadio había fracasado por falta de quórum.