Ese rechazo se debe en parte a la modificación del concepto de “miedo creíble”, que es el que alegan aquellos inmigrantes que pretenden pedir asilo para residir legalmente en Estados Unidos, dice El País, de España.

Si las autoridades consideran que en efecto existe tal “miedo creíble”, el potencial asilado deja de estar en riesgo de deportación e inicia un proceso para definir si se le da refugio en el país o no. El proceso puede durar meses y hasta años, con los que las personas pueden vivir libremente en el país mientras sus casos se definen en las cortes.

Si la corte encargada decide que el “miedo creíble” esgrimido no es suficiente, el solicitante puede apelar la decisión para que la revise un juez de inmigración. Si la postura del togado es diferente, la persona que haya hecho la petición puede entrar al sistema judicial de inmigración, dice The New York Times

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Así, entre enero y junio de 2018, solo el 14,7 % de las solicitudes eran consideradas como de “miedo creíble”, lo que representa una caída de la mitad con respecto al semestre inmediatamente anterior.

Ahora como “miedo creíble” los inmigrantes no pueden esgrimir casos de violencia intrafamiliar o persecución de pandillas. El cambio de concepto fue demandado por organizaciones sociales que lo consideran como una violación a las leyes y a la constitución.

El presidente estadounidense, Donald Trump, y quienes respaldan su tolerancia cero con los inmigrantes consideran que muchos de los solicitantes se aprovechan de la figura del asilo para quedarse a residir ilegalmente en el país. Por eso las medidas se han endurecido y, por ende, el rechazo ha aumentado.

Según el citado diario neoyorquino, históricamente lo normal era que el 80 % de las peticiones pasara el primer filtro para lograr el asilo. Sin embargo, en los últimos años (incluso antes del inicio del gobierno de Trump), solo el 20 % de los solicitantes terminó por obtener el refugio en Estados Unidos.