La comparación, a pesar del rechazo, no es infundada, ya que al igual que sucedió con Medellín hace unas décadas, hoy por hoy el narcotráfico es una de las problemáticas más delicadas que hay en el puerto de Algeciras, y la falta de medios para controlarlo y combatirlo ha hecho que esa actividad ilegal repunte, como informó Público hace algunos días. Es raro que pase un día sin que se conozca de una incautación de estupefacientes en la ciudad.

Sin embargo, a pesar de esa coyuntura, el fiscal Cisneros asegura que “ni remotamente” están en una situación comparable con la de Medellín, que a finales del siglo pasado estuvo controlada por Pablo Escobar, agrega el medio portugués Diário de Notícias, que recoge la historia.

Algeciras
Algeciras, señalada al sur en el mapa de España, cerca a Gibraltar / Google Maps

Cisneros explica que el problema con las drogas no es algo nuevo y dice que lo que ha pasado en los últimos años es que pequeñas bandas que operaron en el pasado se convirtieron en organizaciones mucho más poderosas “como un fenómeno de absorción y de fusión de empresas”.

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También afirma que, en parte, la crisis por el narcotráfico en Algeciras es especialmente complicada por un fenómeno social: que en el país se han perdido valores como la cultura del orden y el respeto, y por eso hay enfrentamientos con las autoridades. Esa carencia, asegura, no solo se refleja en el tráfico de drogas, sino en otros problemas como las agresiones a profesores y a médicos, recoge ElDiario.es.

Y para argumentar que no hay similitud entre Campo de Gibraltar y Medellín, dice que en esa localidad andaluza no hay “guerras entre bandas” ni “tiroteos por las calles” ni hay carteles de droga con presencia en todos los estratos sociales, ni tiene presencia en la policía, ni en los políticos, fiscales o jueces. E insiste Cisneros: en Algeciras no llegarán a esa situación.