En su artículo de apertura, la revista Time señala que hace años Facebook abandonó un código de ética en el que sus empleados, de todo nivel, juraban lealtad a los usuarios, por encima de los intereses de Facebook.

Sin embargo, eso cambió y por ello la empresa se encuentra en el ojo del huracán de la opinión pública y, en este caso, de la revista Time.

Por ejemplo, una denunciante de Facebook sostuvo el martes ante legisladores de Estados Unidos que el gigante de las redes sociales alimenta la división, perjudica a los niños y necesita urgentemente ser regulado, y empujó a miembros del Congreso a comprometerse a tomar medidas largamente pospuestas.

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El testimonio de la exempleada de la red social Frances Haugen, destacado por ‘Time’, detonó una de las más serias crisis enfrentadas por el grupo hasta ahora, y llevó a su director general, Mark Zuckerberg (que además vio su fortuna impactada por la caída), a negar las acusaciones.

Simplemente no es cierto que la empresa priorice el lucro sobre la seguridad”, escribió el cofundador del grupo en una publicación difundida en su cuenta de Facebook.

Haugen testificó en el Capitolio tras haber filtrado a autoridades y al diario The Wall Street Journal un enorme archivo de investigaciones internas del gigante de las redes sociales.

“Creo que los productos de Facebook perjudican a los niños, avivan la división y debilitan nuestra democracia”, subrayó. “Es necesario que el Congreso actúe. No se resolverá esta crisis sin su ayuda”.

Ante los legisladores enfatizó el peligro de concentrar tanto poder en manos de un servicio que se ha vuelto parte de la vida de miles de millones, así como los riesgos de que sus plataformas alimenten trastornos alimenticios, vergüenza corporal e insatisfacción personal, particularmente entre los jóvenes.

“Habrá mujeres caminando por este planeta en 60 años con huesos frágiles debido a las decisiones que tomó Facebook en torno a enfatizar las ganancias hoy”, vaticinó, refiriéndose al impacto de los trastornos alimenticios.

Mark Zuckerberg negó todas las acusaciones en una nota dirigida a los empleados de Facebook publicada en su cuenta, considerando “profundamente ilógico” el argumento de que la empresa impulsa contenido que enfurece a la gente para obtener beneficios.

“Hacemos dinero con la publicidad, y los clientes reiteradamente nos dicen que no quieren sus publicidades cerca de contenido dañino o irritante. Y no conozco a ninguna compañía de tecnología que pretenda crear productos que enojen o depriman a la gente. Los incentivos morales, del negocio y del producto apuntan en la dirección contraria”, señaló.

También dijo estar “particularmente enfocado” en las denuncias sobre la relación entre Facebook y los niños, añadiendo que está “orgulloso” del trabajo realizado por la compañía para ayudar a los jóvenes en apuros.

Y reiteró sus propios pedidos, de larga data, para actualizar la regulación de la industria, repitiendo que Facebook considera el Congreso como el “órgano adecuado” para hacerlo.

Pero algunos de los miembros del Congreso estuvieron de acuerdo con Haugen.

“Este es mi mensaje para Mark Zuckerberg. Tu tiempo de invadir nuestra privacidad, promover contenido tóxico y aprovecharte de los niños y adolescentes ha terminado”, dijo el senador Ed Markey.

“El Congreso tomará medidas (…) no permitiremos que tu empresa siga dañando a nuestros niños, nuestras familias y nuestra democracia“, añadió.

La senadora Amy Klobuchar consideró que las revelaciones de la denunciante representan el empuje que se necesita desde hace tiempo para que el Congreso actúe.

“Ha llegado el momento de actuar, y creo que usted es el catalizador de esa acción”, dijo a Haugen.

Los legisladores estadounidenses llevan años amenazando con regular a Facebook y otras plataformas ante las críticas de que los gigantes tecnológicos invaden la privacidad, sirven de megáfono para peligrosa desinformación y perjudican el bienestar de los jóvenes.

Zuckerberg negó veracidad de documentos filtrados por su exempleada

Facebook ha rechazado con vehemencia los artículos de The Wall Street Journal respaldados por los voluminosos estudios internos que Haugen filtró, e incluso antes del mensaje de Zuckerberg la empresa objetó su testimonio de este martes.

Un comunicado de Facebook la llamó “una exgerente de producto que trabajó en la empresa durante menos de dos años, no tenía subordinados directos, nunca asistió a una reunión de decisión con ejecutivos de nivel C”.

“No estamos de acuerdo con su caracterización de los muchos temas sobre los que testificó”, señaló el comunicado de Lena Pietsch, directora de comunicaciones de la firma.

Haugen, una ingeniera de información de 37 años nacida en Iowa, ha trabajado para empresas como Google y Pinterest, y mostró en sus horas de testimonio una comprensión avanzada de la mentalidad de Facebook.

“Muchos de los cambios de los que hablo no harán que Facebook deje de ser una compañía que genera beneficios”, dijo. “Solo no será una empresa tan ridículamente rentable como lo es hoy”.

La denunciante insistió en la idea de que Facebook es una plataforma en donde el comportamiento humano es manipulado para mantener a la gente en la aplicación.

Haugen precisó que no cree que Facebook sea intrínsecamente malo, pero que necesita una intervención externa para sacarlo de un entorno tóxico.

Los expertos no estaban seguros de que el testimonio de Haugen sirvieran para poner fin a años de disputas partidistas sobre el asunto.

“Es posible, pero no seguro, de que la audiencia de hoy marque un verdadero punto de inflexión”, dijo Paul Barrett, subdirector del Centro Stern de Empresas y Derechos Humanos de la Universidad de Nueva York.

Haugen habló menos de un día después del apagón de siete horas de Facebook, su aplicación de fotos Instagram y servicio de mensajería WhatsApp, que afectó potencialmente a miles de millones de usuarios y evidenció la dependencia global a sus servicios.