Según contaron, luego de que se les retirara los pasaportes para que no se extraviaran, a las mujeres que viajaron al país centroamericano se les pidió posar sin ropa en su torso -o, en su defecto, solo cubiertas con pintura- para en una sesión de fotos para un calendario, mientras en el mismo espacio había patrocinadores hombres y titulares de las habitaciones del estadio FedEx Field. Todos ellos las podían ver, relata CNN.

Pero allí no terminó la pesadilla. Luego de la ya abusiva sesión fotográfica, los ejecutivos del equipo de las porristas, el Washington Redskins, eligieron a 9 de las 36 mujeres que habían viajado y les dijeron que debían acompañar a los patrocinadores, que querían una fiesta. Así, las convirtieron en damas de compañía, aunque sin sexo y sin cobrar, agrega El País.

Una de las mujeres que relató el caso, dijo:

“No nos pusieron una pistola en la cabeza, pero era obligatorio para nosotras ir. […] No nos preguntaron, nos dijeron”.

Un portavoz del equipo implicado dijo que la institución no hará ninguna declaración sobre lo que ocurrió en el viaje de 2013. Por su parte, Stephanie Jojokian, que se desempeñaba como coreógrafa, dijo que es falso que se haya obligado a alguna persona a ir a la fiesta en cuestión.

El artículo continúa abajo

Dicho sea de paso, de acuerdo con la denuncia, Jojokian le dijo en una de las audiciones para porrista a una de las aspirantes: “No cubras demasiado tu área del pecho. Asumiremos que intentas ocultar algo”.

Sin embargo, Bruce Allen, presidente de los Washington Redskins, sí se pronunció al respecto, y dijo que dentro de la institución se están adelantando las investigaciones pertinentes. Además, aseguró que en caso de que se demuestre que alguno de los empleados actuó “de forma inapropiada”, este tendrá que asumir las consecuencias de sus acciones.

A pesar de eso, las denunciantes no creen que vaya a haber una solución real para este tipo de comportamientos. Al menos no hasta que haya un escenario mucho más grave, como un ataque -mayor- o una violación a una porrista.