A pesar de que aún no se ha comprobado al 100 % que el inicio del nuevo coronavirus tenga sus orígenes en un murciélago en China, algunos habitantes de la mencionada región peruana la emprendieron contra la población de esos animales creyendo que transmiten el COVID-19 de manera directa, mientras las autoridades tratan de hacerles entender que no hay necesidad de acabar con un animal que contribuye al equilibrio del ecosistema, destaca el portal Perú 21.

“No hay que desnaturalizar la situación por la pandemia; los murciélagos no son nuestros enemigos, al contrario, el 70 % de las especies existentes en el mundo se alimenta de insectos, muchos de ellos, nocivos para la agricultura y para nuestra salud, como los mosquitos transmisores del dengue y otras enfermedades”, dijo el Ministerio de Agricultura peruano, citado por el medio.

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Jessica Gálvez-Durand Besnard, directora de Gestión Sostenible del Patrimonio del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre, Serfor, llamó a la calma y, citada por el sitio Actualidad Ambiental, reforzó la idea de que los murciélagos son beneficiosos para los cultivos, pues son “polinizadores, dispersadores de semillas y controladores de plagas”.

La funcionaria aconsejó a los pobladores de esa región que si desean dispersar a los murciélagos, basta con ponerles fuentes de luz, pero no matarlos, informó el medio.