La curiosa presentación del plato ha sido sensación en los medios y las redes sociales, ya que como reconoce la propia creadora, Wilaiwan Mee-Nguen, “nadie más los hace”.
La masa de estos pasteles se hace con una base gelatinosa y leche de coco. La pastelera reconoce que “a algunos les gusta, a otros no”.

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Un corresponsal de la agencia AFP, que estuvo en la cocina de Mee-Ngue, probó el postre y constató que la textura es curiosa, aunque para un paladar asiático puede no resultarle tanto, dado que en aquella parte del mundo están acostumbrados a esto.
La idea de Wilaiwan surgió hace pocos meses cuando un cliente encargó “un pastel con una forma poco inhabitual”. La repostera hizo un molde en forma de perro, y luego añadió otro con la figura del excremento del animal.

La mujer inicialmente comercializaba sus productos por Internet, pero gracias a las redes sociales su popularidad creció.
Wilaiwan asegura que vende alrededor de mil postres en promedio mensuales, cada uno por 25 bahts (2.220 pesos colombianos al cambio actual).
AFP