El hombre, constructor de profesión, les dijo a las autoridades británicas que era obligado a hacer trabajos diarios, a cambio de comida, narra el diario The Sun.

El polaco les habría contado la situación a algunos vecinos, que no dudaron en alertar a oficiales de la entidad Gangmasters y Labor Abuse Authority (GLAA), de acuerdo con el medio inglés.

El personal de la GLAA buscó la dirección de la casa, avaluada en más de un millón de libras, y se encontró con evidencias de vida “repugnantes y degradantes”, un pequeño cuarto sin ducha ni inodoro, detalló The Sun.

El artículo continúa abajo

Tony Byrne, oficial encargado de la investigación, dijo que les “complace que el hombre ahora recibe ayuda y el apoyo que tan desesperadamente necesita”, en declaraciones recogidas por el periódico británico.

“En el siglo XXI, nadie debe ser obligado a vivir en condiciones tan degradantes y desagradables”, finalizó el investigador.

Un portavoz de la GLAA dijo que la pareja fue puesta en libertad bajo fianza y aún no ha sido acusada, y se entiende que los oficiales todavía están sometidos a pruebas, según el Daily Mail.