El grupo de manifestantes, en su mayoría negros, pidieron el desmonte de la gigantesca escultura por considerarla un monumento al racismo; según indicó Infobae, la mayoría de personas que hacían parte de la multitudinaria protesta portaban armas de fuego, fusiles de uso militar y cinturones de munición colgados a los hombros.

El medio resaltó que en la protesta se escuchó a uno de los líderes del grupo de manifestantes desafiando a los supremacistas blancos con un megáfono diciéndoles que los estaban esperando.

“No veo ninguna milicia de blancos. Estamos aquí. ¿Dónde están? Estamos en tu casa. Venga, vamos”, dijo el manifestante junto al gigantesco monumento, agregó el informativo.

Directivos del parque le dijeron a un canal local, de acuerdo con el portal, que los protestantes, a pesar de que estaban fuertemente armados, fueron pacíficos, por lo que se les permitió llevar el acto de manifestación sin ningún inconveniente y con respeto.

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“Es un parque público, un parque estatal. Tenemos estas protestas en ambos lados del asunto de vez en cuando. Respetamos el derecho de la gente a la primera enmienda”, dijo John Bankhead, portavoz de la asociación del parque a la WXIA-TV, emisora afiliada de la NBC.

Al final de la jornada los cientos de manifestantes abandonaron el lugar escoltados por la policía estatal sin inconvenientes, agregó el informativo.