“El niño, como de costumbre, se dirigía a la parada de autobús con dos amigos para regresar a casa cuando anunció a sus compañeros que quería quitarse la vida”, explicó Jean-Michel Prêtre, fiscal de Niza.

“Todo esto parece estar relacionado con el pánico que sintió tras las advertencias de un maestro por haber sacado o usado un teléfono en clase. El maestro lo castigó por eso”, agregó el fiscal.

El drama tuvo lugar el jueves en horas de la tarde a la salida del colegio público de Bellevue, cerca de Mónaco.

Los dos compañeros del estudiante, que subieron sin él al autobús, vieron que su amigo seguía caminando y avisaron a sus propios padres, que llamaron a los de la víctima.

Estos últimos llegaron al lugar y encontraron el cuerpo sin vida de su hijo abajo de un puente. La policía de Mónaco abrió una investigación.