La menor se encontraba jugando en el piso cuando su padre tropezó con ella. En medio del enojo que esto le generó, el hombre de 22 años le puso un pie sobre el vientre y levantó el otro ejerciendo todo su peso sobre la niña. “Con frustración, él la volteó y le pisó su estómago con un pie”, dijo la fiscal del caso, Kerry Judd, a la corte suprema de Victoria, Australia, según lo reportó The Guardian.
Después de lo ocurrido le pidió a la niña que se fuera a dormir y le advirtió que cuando llegara la madre solo dijera que le dolía el estómago. La agresión le ocasionó a la pequeña trauma de fuerza contundente en el abdomen, hígado roto y hemorragia en los riñones. Al día siguiente, en el hospital, falleció, confirmó el diario.
El hombre no confesó el crimen hasta después de siete meses cuando las investigaciones por parte de la policía se habrían intensificado. Según el psicólogo Patrick Newton, el agresor no había confesado por temor. “La vergüenza, la culpa y el miedo lo habían dejado paralizado”.
Por su parte el abogado defensor, Simon Moglia, dijo a la policía que su cliente “demuestra remordimiento, aunque haya pasado tiempo después del hecho”, puntualizó The Guardian.
El hombre, cuyo nombre es restringido, será condenado este viernes por la muerte de su hija.