Los investigadores estudiaron las muertes de 2.285 personas a manos de las fuerzas de la ley en el período comprendido entre 2010 y 2014, y encontraron que contra los hombres negros la proporción de acciones policiales es de 6,8 por millón, y para los nativos americanos es levemente mayor, de 6,9 por millón, informa Independent.

La cifra contrasta con las proporciones de los hombres hispanos (4,1 por millón), los hombres blancos (2,5) y los hombres asiáticos u oriundos de las islas del Pacífico (1,5).

El estudio, dirigido por el profesor James Buehler de la Dornsife School of Public Health, toma vigencia luego de los polémicos asesinatos que en los últimos meses han sufrido varios hombres negros en Estados Unidos a manos de la policía, sin que ninguno de ellos haya ameritado el uso de la fuerza, mucho menos de las armas de fuego.

La cuestión llegó a tal nivel que el ministro de asuntos exteriores de las Bahamas tuvo que advertirles a los jóvenes negros que tuvieran “extremo cuidado” cuando tuvieran contacto con la policía en varias ciudades estadounidenses.

Este estudio contrasta con el hecho por el profesor Roland Fryer, de la Universidad de Harvard, que concluyó que no hay diferencia entre los ataques de policías contra blancos y negros, aunque ese estudio estaba limitado a los disparos mortales hechos en Houston.

Pero Buehler hace una aclaración con respecto a la comparación: su investigación se centraba en las “muertes legales” (aquellas que resultan de las acciones policiales legales), y él tenía la sensación de que la investigación hecha por Fryer, aunque hacía una evaluación detenida de los inconvenientes policiales, se quedó sin evaluar parte del panorama completo.

Estados Unidos critica a Petro en la ONU y evalúa si continúa apoyo a Colombia en el Acuerdo de Paz

Estados Unidos lanzó fuertes críticas al presidente Gustavo Petro durante la más reciente sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, en la que se presentó el informe trimestral sobre la paz en Colombia. El representante estadounidense, Mike Waltz, acusó al Gobierno de usar “retórica incendiaria” y de impulsar políticas que, según Washington, socavan los avances hacia una paz duradera. Además, cuestionó la ampliación del mandato de la Misión de Verificación, señalando que se ha desviado de su objetivo inicial —la desmovilización de las Farc— para centrarse en lo que calificó como “prioridades políticas excesivas”, como la JEP y el apoyo a minorías étnicas.