Este jueves, cayó a la Tierra el satélite retirado de la Nasa, Cámara espectroscópica solar de alta energía Reuven Ramaty (RHESSI). Funcionarios de la agencia espacial estadounidense dijeron que no han recibido, de momento, reportes de daños o lesiones hasta el momento de la reentrada, que se produjo en la madrugada de este 20 de abril en Sudán. El satélite cayó sobre el desierto del Sahara.

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La Nasa informó hace unos días que esperaba que la mayor parte de la nave se quemara al atravesar la atmósfera, pero que algunos componentes podrían haber sobrevivido a la reentrada. El riesgo de que alguien en la Tierra sufriera daños como consecuencia del regreso de RHESSI era bajo: aproximadamente 1 entre 2.467, según la agencia.

Este pasado miércoles 19 de abril, el Departamento de Defensa de Estados Unidos había confirmado que la nave, que pesaba unos 150 kilos, reentró en la atmósfera sobre la región del desierto, aproximadamente a 21,3 grados de latitud norte y 26 grados de longitud este. 

RHESSI fue lanzado en 2002 y hasta que fue desmantelado en 2018, “observó las erupciones solares desde su órbita terrestre baja, ayudando a los científicos a comprender la física subyacente de cómo se crean estos potentes estallidos de energía”, informó la Nasa a través de un blog. El satélite se desmanteló después de presentar un problema de comunicación.

La nave se lanzó a bordo de un cohete Pegasus XL de Orbital Sciences Corporation y, mientras funcionó, captó imágenes en rayos X de alta energía y rayos gamma, registrando más de 100.000 eventos solares. El instrumento que llevaba era un llamado espectrómetro de imágenes que registró los rayos X y gamma procedentes del Sol. Antes del satélite, no se habían tomado imágenes de rayos gamma ni de rayos X de alta energía de las erupciones solares.

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Las erupciones solares y sus correspondientes eyecciones de masa coronal liberan en la atmósfera del Sol la energía equivalente a miles de millones de megatones de TNT en cuestión de minutos, explica la Nasa, y pueden tener efectos en la Tierra, como la interrupción de los sistemas eléctricos. “Comprenderlos ha resultado todo un reto”, indicó la agencia.

Los eventos que registró RHESSI permitieron a científicos estudiar las partículas energéticas de las erupciones solares. “El generador de imágenes ayudó a los investigadores a determinar la frecuencia, la ubicación y el movimiento de las partículas, lo que les permitió comprender dónde se aceleraban”, informó la agencia.

El satélite logró documentar distintos tipos y tamaños de erupciones solares, desde diminutas nanoexplosiones hasta superexplosiones masivas decenas de miles de veces más grandes y explosivas. “RHESSI incluso ha realizado descubrimientos no relacionados con las erupciones, como la mejora de las mediciones de la forma del Sol y la demostración de que los destellos de rayos gamma terrestres -explosiones de rayos gamma emitidos desde lo alto de la atmósfera terrestre durante tormentas eléctricas- son más comunes de lo que se pensaba”, agregó el blog de la Nasa.