La familia de Joe Biden revivió la vieja tradición de las mascotas presidenciales que se rompió con el expresidente Donald Trump, y llegaron a la Casa Blanca con los pastores alemanes Champ y Major.

“Champ murió en paz en casa”, dijeron los Biden en un comunicado. “Por siempre lo extrañaremos”, agregaron sobre este perro.

Lee También

Major, el otro pastor alemán de los Biden, tuvo problemas para adaptarse a la Casa Blanca.

En marzo, fue llevado por unos días a la casa de la familia Biden en Delaware tras un incidente con mordedura y en abril fue sometido a “entrenamiento adicional”, dijo el portavoz de la primera dama.

Biden atribuyó las nada presidenciales conductas de Major a que a menudo encontraba inesperadamente a agentes del Servicio Secreto en cualquier rincón del complejo de la Casa Blanca.