Un video producido y publicado por BBC muestra que las dos realidades chocan en la ciudad: la de la playa y el mar, y la del crimen y los asesinatos, que se pueden encontrar de repente, en cualquier momento o lugar.
A los empleados de los cuerpos forenses no les hace falta el trabajo, ya que cada día deben atender casos de asesinatos que ocurren a plena luz del día. Los cadáveres a veces son hallados en las calles, al lado de la basura y, en muchos casos, con signos de tortura.
Pero la falta de espacio en la morgue no es el único problema que hay. Son tantos los muertos que hay en Acapulco que los encargados de hacer los levantamientos de cuerpos ya no tienen bolsas suficientes donde meter los cuerpos.
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En la morgue, un lugar solo para personas “fuertes de estómago”, ya no hay espacio en los refrigeradores, y muchos cadáveres se descomponen en el piso. En las imágenes se ve que las baldosas blancas del lugar están untadas de una mezcla de mugre y sangre.
Naturalmente, esa realidad hace que ya casi no haya extranjeros en Acapulco, mucho menos estadounidenses, luego de que el Departamento de Estado de ese país advirtiera que México podía llegar a ser tan peligroso como Siria o Afganistán.
En 2017, hubo cerca de 30 mil asesinatos en México. Y el panorama de Acapulco, que es una ciudad visible (¿cómo será en las ciudades más pequeñas?), hace pensar que el fin de esa ola de violencia no está cerca.
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